Un antiguo alumno me escribe para preguntar mi opinión sobre una decisión importante que tiene que tomar. Resulta que lo han llamado de una empresa comercial para ofrecerle un trabajo, aparentemente, mejor que el que tiene y, claro está, no sabe bien qué decisión tomar.
Para contestarle he recurrido a la Filosofía, concretamente a Platón, Aristóteles y Descartes.
De Platón me he fijado en su Teoría de las Ideas, de las que el filósofo griego presenta una jerarquía, ya que no todas tienen la misma importancia.
De Aristóteles he sacado la distinción que hace entre sustancia y accidente, dándole más importancia a la primera. Por ejemplo en una mesa lo importante es que tenga cuatro patas y un tablero y que sirva para lo que se ha hecho. Luego, la mesa puede ser de color verde, de color madera o de otro cualquiera, pero esto no le quita ni le pone nada a la función de la mesa.
De Descartes, he utilizado la duda metódica y el análisis pormenorizado de los datos. Por consiguiente mi consejo ha sido:
· Que en un papel escriba todas las condiciones y características del nuevo trabajo y que después las ordene en orden de importancia para él y su familia. Una vez hecho esto que haga lo mismo con las del trabajo que tiene actualmente y las compare.
· Para lo cual, ha de fijarse solamente en lo importante, no en lo accidental.
· Por último, que no se crea todo lo que le hayan dicho hasta convencerse por sí mismo y que realice una análisis de todas las condiciones, tanto las del nuevo trabajo, como las del que ahora tiene.
Le he recomendado que para mayor información, lea las teorías de estos filósofos que se encuentran en mi obra Facilosofía: Una Historia Práctica de la Filosofía. Edición revisada y ampliada de Ediciones Absalon.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario