sábado, 27 de agosto de 2011

¿COMPLEJO, MIEDO O COMODIDAD?


Leo en las páginas de La Gaceta del 26 de agosto, un artículo que me inquieta, sobre todo por el corolario que la autora hace al final.

Resulta que, según el citado artículo, los peregrinos insultados, agredidos y vejados en la última Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en Madrid hace unos días, están dispuestos a pasar página y olvidarse de denunciar y exigir responsabilidades. Tal como, según la prensa, han hecho los franceses.

La razón que esgrimen para adoptar esta actitud es que las denuncias y la exigencia de responsabilidades deslucirían la visita papal. Esta actitud me parece en primer lugar cobarde, en segundo acomplejada, en tercer lugar hipócrita y, por último la más cómoda.

Es cobarde porque no se atreven a enfrentarse con los agresores, y no físicamente, sino denunciándolos y exigiendo a las autoridades su responsabilidad en los hechos, ya que esto implica enfrentarse a los violentos y al poder.

Es acomplejada porque piensan que la izquierda siempre tiene razón, que es de lo que ha presumido siempre, pero como dice el refrán castellano: dime de qué presumes y te diré de qué careces”. ¿Es razonable que unas personas insulten, agredan y vejen a otras, simplemente porque no piensen como ellos? Entonces ¿de dónde ha sacado la izquierda española esa superioridad moral que se arroga? ¿No será que con nuestra actitud pasiva nosotros mismo le reforzamos esta falsa creencia? Porque la verdad absoluta en este Planeta no la tiene nadie y como he explicado en otros lugares (cfr. Facilosofía: Absalon 2008), ésta es como una gran bola de cristal que flotaba en el espacio y que al recibir los rayos del Sol, brillaba en su totalidad. Pero he aquí que un buen día cayó al suelo y se rompió en mil pedazos: unos grandes, otros medianos, otros pequeños, pero en todos, hasta en los más minúsculos brillaba la luz cuando recibían los rayos solares. Pues con la verdad ocurre lo mismo. Todos tenemos un parte de ella. Unos mayor y otros menor, pero todos tenemos una parte y, es uniendo todas las partes como nos podemos aproximar a la verdad. Los agresores tienen también su parte de verdad y tienen el derecho a expresarla, pero siempre que respeten la de los demás, ya que al no hacerlo, la poca o mucha que tuvieran la pierden, como les ha pasado a ellos, que el mundo entero les habrá puesto el adjetivo que se merecen. Por eso los cristianos no tenemos que tener ningún complejo: Todos tenemos parte de la verdad y el deber y el derecho de exponerla, aun a costa de la propia vida.

Es hipócrita porque se escudan en la mansedumbre evangélica de presentar la otra mejilla. Pero olvidan que el mismo Jesús cogió el látigo para expulsar a los mercaderes del templo porque estaban profanando la casa de Dios. Olvidan, también, que dijo que el que se avergüence de él delante de los hombres, también se avergonzará él de ellos ante Dios. Tampoco recuerdan la parábola de los talentos, en la que Jesús presenta a dos siervos valientes y trabajadores que negocian con los talentos que el señor les dio y ganan otro tanto y a otro cobarde que le resulta más cómodo esconder el suyo y no trabajar para aumentarlo. Lo de la otra mejilla tiene otro significado. Para mí es no devolver mal por mal, ni odiar a quien te ofenda pero esto no implica que no te puedas defender cuando te ataquen, porque, entre otras razones, tenemos el deber de conservar la vida y nuestras ideas y creencias.

Es la más cómoda, porque resulta más fácil estarse quieto que molestarse en denunciar y enfrentarse con los agresores y, en este caso, además, con el poder.

Por estas razones pienso que no es correcta la postura que en el citado artículo se dice que han adoptado los participantes españoles a la JMJ, ya que como concluye la autora del mismo…” Y no será la última vez (se refiere a las agresiones): la falta de respuesta ha convertido todo esto en un anticipo de la violencia que la izquierda va a desplegar en la calle”

viernes, 19 de agosto de 2011

SOBRE LAS DROGAS



Es de vital importancia que los padres informen de forma clara a sus hijos sobre el
tema de las drogas, especialmente en la edad en la que están expuestos a que las bandas de delincuentes comienzan a operar, con el fin de captarse clientes. En forma de Diálogo presento unas ideas que pueden ser de utilidad, tanto para los padres, como para los educadores y lo hago en una nueva etiqueta de ORIENTACIÓN A PADRES, en la que iré incluyendo otros diálogos, sobre temas de educación en valores. Espero que les sirvan de ayuda a la hora de abordar con sus hijos estos temas.


- Abuelo, qué son la drogas.

- Son todas aquellas sustancias que con su consumo alteran las funciones normales de las personas. Por ejemplo, cambian nuestra forma de ver, oír, oler, en una palabra, la forma normal de percibir que tienen nuestros sentidos, además de modificar también nuestra forma de comportarnos y de sentir. Por ejemplo hacen que nuestra forma de actuar con los demás cambie: si normalmente cuando alguien nos dice algo en lo que no estamos de acuerdo, solemos respetar su opinión de una forma pacífica, si estamos bajo los efectos de una droga, podemos reaccionar de forma violenta, lo cual nos puede ocasionar algún problema a nosotros mismos. Pero también pueden cambiar nuestros sentimientos hacia los demás, pasando a molestar o a hacer daño a las personas que queremos.

- Y qué es una sustancia, abuelo.

- La sustancia, dicho de una forma sencilla es lo que es en sí, es decir, lo que no necesita a otro para existir. Por ejemplo, el árbol es una sustancia, pero el verde de las hojas no, porque, en este caso necesitan al árbol. El color verde es un accidente porque sólo no aparece nunca, siempre está en algo. Un árbol, una mesa, una camisa, etc.

- Y qué sustancias son drogas.

- La más conocidas son el tabaco, el alcohol, el hachís , la marihuana, el cannabis, la heroína y algunas más.

- Pero ¿son todas igual de peligrosas?

- No, las hay más y menos peligrosas. Como estos diálogos son para que aprendas, voy a exponerte las cosas como en realidad son. Por ejemplo, el tabaco y el alcohol no son tan peligrosas como las demás que he citado.

- Y, ¿eso por qué, abuelo?

- Mira, el tabaco es siempre malo para la salud, pero ningún fumador ha hecho daño a nadie para conseguirlo. Nadie ha robado, ni matado a alguien para adquirirlo. Además, el tabaco se puede dejar cuando se quiera si la persona de verdad lo desea y con un poco de fuerza de voluntad. De todas formas es mejor no fumar que fumar.

- Y eso porqué, abuelo.

- Pues porque el tabaco hace daño a los pulmones, al corazón, a los bronquios, al estómago y a todo el organismo en general y puede favorecer la aparición de enfermedades como el cáncer o el infarto.

- ¿Y el alcohol es también malo?

- Depende, hay que distinguir entre el vino y las demás bebidas alcohólicas. Por ejemplo, el vino tinto, tomado con moderación, cuando el organismo está ya formado, puede ser bueno para la salud. Por ejemplo es bueno par las arterias; reduce el colesterol malo; limita la formación de coágulos en la sangre que pueden producir accidentes mortales; reduce el riesgo de infarto. Si embargo no es bueno para los niños y los jóvenes porque su organismo se está desarrollando y el vino puede, no solamente retrasarlo, sino hacer que no se realice con normalidad. Por lo tanto el vino, sobre todo el tinto, es recomendado por los médicos y hasta en la Biblia se dice que es vida para el hombre si se toma con moderación. Pero repito solamente el vino y cuando el organismo está ya formado.

- Y cuales son las otras bebidas alcohólicas.

- Los llamados licores que los hay de muchas clases y tienen mucha más cantidad de alcohol que el vino. Estas no son casi nunca buenas para la salud. Por eso he querido distinguir entre ellas y el vino.

- Y qué pasa si se bebe más vino de lo aconsejado.

- Pues que la persona pierde el control de sus actos; pierde reflejos; cambia su comportamiento y puede tener algún problema grave de salud, e incluso morir. Es muy peligroso tomar vino, aunque sea solamente una copa cuando se va a conducir un coche, porque como te he dicho, hace que la persona pierda reflejos y pueda provocar un accidente.

- ¿Y la cerveza tiene también alcohol?

- Sí, aunque menos que el vino. Pero es igual de peligrosa si se toma con exceso. En la vida todo debe hacerse con moderación. La comida, por ejemplo, es necesaria para vivir, pero si se come con exceso podemos tener problemas de salud, como la obesidad, el exceso de colesterol, que pueden ser origen de enfermedades graves e incluso de la muerte. Aquí quiero hablarte de Aristóteles otra vez.

- Aristóteles era un filósofo griego del que ya hemos hablado ¿verdad?

- Sí y seguiremos hablando más veces de él, porque nos dejó muchas enseñanzas que pueden ser muy útiles. Por ejemplo decía que en el término medio está la virtud. En el ejemplo de la comida hay dos extremos: no comer nada, o comer en exceso. Los dos son malos. Lo correcto es comer sólo lo necesario, ni mucho que nos produzca indigestión, ni poco que nos desmayemos. Por eso hay que buscar el término medio en todas las cosas.

- Y porqué hay personas que fuman y beben mucho alcohol.

- Casi siempre empiezan porque alguien las engaña. Por ejemplo: Imagínate un grupo de amigos en el que siempre hay alguno que lo dirige, que es como si fuera el jefe y éste fuma. Lo que él quiere es que los demás también lo hagan y entonces les dice que fumar es de hombres y mujeres adultas, que si se fuma se es más mayor. Otras veces les dice que el fumar es agradable y que mienten los que dicen que es malo para la salud, y que no fumar es de niños chicos, y cosas por el estilo. Y como es el jefe de la pandilla, muchos le hacen caso, pero tú has de actuar con libertad, es decir, haciendo las cosas porque tú estás convencido de que te conviene y sobre todo asesorándote de las personas que te quieren, en primer lugar de tus padres; también de tus profesores y con lo que te digan, tomas tu decisión personal y libre, sin importarte que en la pandilla se rían de ti. Si es necesario, cambia de amigos, pero no creo que haga falta, porque cuando ellos comprueben que tú has actuado libremente, te empezarán a respetar.

- ¿Y con el alcohol pasa lo mismo?

- Exactamente igual, te dirán que beber es de hombres, que te quita la vergüenza, que te hace más valiente y que te lo pasas muy bien.

- ¿Y todo eso es verdad, abuelo?

- Sí, es verdad, porque el alcohol como dijimos al principio, puede alterar nuestro comportamiento. Te quita la vergüenza, porque nubla tu razón, es decir te impide pensar bien; te hace más valiente, porque te impide ver las cosas como en realidad son. Por ejemplo, si conduces un coche habiéndolo tomado te impide ver el peligro que supone ir a más velocidad de la cuenta, o no respetar las señales de tráfico, que no están puestas por capricho, sino para evitar accidentes. Cuando en una curva se limita la velocidad, es porque si se va a más de la indicada, el coche se puede salir de la carretera. En cuanto a pasártelo bien, es posible que cuando lo estés tomando sea verdad, pero al día siguiente lo más probable es que tengas fuertes dolores de cabeza, o cosas aún peores. De todas formas, tanto la valentía, el quitar la vergüenza y la alegría que puede suponer ingerir alcohol son momentáneos, pasan enseguida y una vez que los efectos han desaparecido, te encuentras, más triste, más vergonzoso y menos valiente de lo que en realidad eres, además de las molestias orgánicas que puedas tener.

- Y del alcohol se puede salir como del tabaco.

- Sí se puede salir, con esfuerzo y fuerza de voluntad, pero siempre es mejor no tener una enfermedad que curarla. Te voy a poner un ejemplo extremo, es preferible no pillar un resfriado que tenerlo, aunque sepas con seguridad que te vas a curar de el, porque mientras te curas, estarás molesto y tendrás que tomar medicinas. Cuando las cosas no son necesarias y acostumbrarte a ellas te puede causar daños, es preferible no adquirirlas, aunque como en el caso del alcohol y del tabaco se pueda salir de ellos.

- Antes hablaste de otras drogas, ¿son iguales que el tabaco y el alcohol?

- No, estas son mucho peores, porque, no solamente perturban los sentidos y alteran el comportamiento, sino que perjudican mucho más a la salud y, lo que es peor, es casi imposible salir de ellas.

- ¿Y esas drogas cuales son?

- Fundamentalmente el hachís, la cocaína, la heroína, la marihuana, el cannabis, y una serie de pastillas que suelen repartir en los sitios donde se reúnen muchos jóvenes. Las personas que toman estas drogas, suelen morir muy jóvenes; porque dañan el hígado, los pulmones y otros órganos vitales.

- Entonces, ¿por qué las toman?

- Pues porque, al igual que con el tabaco y el alcohol, el jefe de la pandilla los incita a hacerlo, diciéndoles lo mismo que, es de hombres, que se van a sentir muy bien, que se van a olvidar de los problemas, y muchas cosas más, que en realidad sí es así, pero que también es momentáneo y con un agravante sobre las dos anteriores, que éstas crean mucha más adicción, es decir, es casi imposible salir de ellas, y como son muy caras, hacen lo que sea para conseguirlas: robar, enfrentarse con sus padres y hasta matar. Por eso a estas no hay ni que acercarse.

- Y porqué la gente empieza a tomarlas

- Porque como te he dicho los engañan. Suelen empezar con el hachís, el famoso porro, porque les dicen que porque se fumen uno no les pasa nada, y que se van a sentir muy a gusto, pero detrás del primero viene el segundo y cuando se quieren dar cuenta ya están enganchados y necesitando otras drogas más fuertes, porque con el hachís ya no sienten nada. Esta es otra diferencia con respecto al tabaco, el fumador, puede necesitar más cantidad, pero no otra sustancia distinta.

- Lo que no entiendo es que siendo tan perjudiciales estén permitidas.

- Estas últimas no lo están totalmente, por eso son tan caras, lo que da origen a un gran negocio en torno a ellas. Hay personas que se enriquecen a costa de la desgracia de los demás, porque ellos las venden, pero no las toman.

- Y dónde venden estas drogas.

- Los delincuentes, porque eso es lo que son los que las venden, suelen hacerlo en los lugares donde hay niños y jóvenes, por ejemplo, en la puerta o alrededores de colegios e institutos, e incluso en los mismos centros, donde contratan a algunos alumnos para que las vendan e incluso regalen a sus compañeros, para que se acostumbren a ellas y cuando ya están enganchados, vendérselas. Tú lo que tiene que hacer, es no aceptar nada que te den sea quien sea y, mucho menos si es algún desconocido. Cuando te digan que si tomas lo que te ofrecen te lo vas a pasar muy bien, contesta que tú ya te lo pasas bien con lo que tienes y que no necesitas nada nuevo. Luego cuando seas un hombre adulto y tu cuerpo esté ya desarrollado, no hay ningún inconveniente que tomes algo de vino en las comidas e incluso alguna copa de licor, pero siempre con moderación y recordando el consejo de Aristóteles.

- Gracias abuelo, por hablarme de las drogas y decirme cuáles se pueden tomar y a las que nunca debo acercarme.

- Esa era la intención de este diálogo, que tengas claro lo que es perjudicial y a lo que no debes ni acercarte y aquello que como el tabaco y el alcohol, tomado con moderación y en determinadas circunstancias, puede, como en el caso del vino tinto, ser beneficioso para la salud. Pero nunca olvides que es preferible no acostumbrarte a algo que luego te puede costar trabajo dejar. Y no olvides que debes tomar tus decisiones libremente, de acuerdo con lo que piensas que te conviene, una vez que hayas considerado todos los aspectos, no porque te lo digan tus amigos.