domingo, 27 de diciembre de 2009

LA COEXISTENCIA

En el artículo titulado EL CALENTAMIENTO GLOBAL, publicado en este mismo blog el 24 de octubre pasado, hablaba de la ayuda que la Filosofía nos podía prestar a la hora de cuidar de la Naturaleza, y terminaba prometiendo hablar otro día sobre lo que Heidegger nos decía acerca del cuidado que debemos proporcionar a las demás personas que coexisten con nosotros. Y como lo prometido es deuda, me dispongo hoy, en plenos días de Navidad, a hablar de este tema.
Heidegger decía que en el mundo no estamos solos, sino que coexistimos con los demás y que, por lo tanto, debemos también cuidar de ellos, de la misma forma que debemos cuidar de la Naturaleza. Pero no solamente de nuestros familiares y amigos, sino de cualquier persona con la que nos encontremos o con la que tengamos que tratar o convivir de alguna manera. Aquel Buen Samaritano, de la Parábola no se paró a pensar si el hombre malherido que encontró en el camino era algún pariente o conocido suyo, sino que se apeó de su cabalgadura, le curó y lo llevó a una posada para que lo siguieran atendiendo. Y no se conformó con esto, sino que dejó dinero al posadero para que no descuidara sus atenciones con el herido, haciéndole saber que él volvería a pasar por la posada cuando regresara de nuevo a su casa.
Pues bien, el filósofo alemán, nos dice que debemos cuidar de todas las personas que vivan a nuestro alrededor y de todas con las que encontremos en algún momento de nuestra vida. Y no sólo en el ámbito material, sino en el afectivo y en el de la convivencia también. Estamos, como he dicho, celebrando la Navidad, en la que conmemoramos ese gran misterio de la venida de Jesucristo al mundo y que, desgraciadamente, estamos convirtiendo en una fiesta de auténtico derroche. En estos días todo son felicitaciones y buenos deseos, pero no deben quedarse en eso solamente, es decir, que los deseos de felicidad se han de convertir en realidad durante todo el año y no solamente en estas fechas. El movimiento se demuestra andando, como dijo otro filósofo muy anterior a Heidegger.
El cuidar de los demás se puede materializar de varias maneras: en forma de ayuda económica y en forma de ayuda afectiva. Las dos son necesarias y no se excluyen la una a la otra. Una mano por el hombro, una palabra de aliento, un halago, un rato de compañía pueden ser el mejor regalo que una persona desee. Las flores se marchitan y los regalos se pueden comprar en cualquier momento del año, pero un rato de compañía, una caricia o un halago no los puede nadie comprar con dinero, solamente podemos darlos y, además, de forma gratuita. No es lo mismo estar junto a una persona que estar con ella. Yo puedo pasarme mucho tiempo a su lado pero si no le hablo ni me preocupo por sus problemas, no estoy con ella. El estar al lado no supone acompañamiento; éste sólo se da si además se está con ella. Es preferible estar poco tiempo, pero atendiéndola que pasarse una tarde entera sin ni siquiera cruzar una palabra.
También se cuida de las personas respetando las normas de convivencia. Yo no puedo poner la música a todo volumen, si vivo en comunidad con otros semejantes, sino que debo respetar su intimidad y su descanso y no obligarles a escuchar algo que no les gusta ni les apetece. Este es sólo un ejemplo de lo que no debemos hacer si queremos evitar molestias al prójimo. Yo no solamente debo cuidar de mí, sino de las demás personas que conmigo conviven y no obligarlas a soportar mis caprichos.Aprendamos pues de Heidegger a convivir con los demás.

sábado, 5 de diciembre de 2009

EL CRUCIFIJO EN LAS ESCUELAS



Ante la última ocurrencia de un político catalán, respaldado por el PSOE, de quitar los crucifijos de las escuelas, creo necesario hacer algunas reflexiones sobre el caso.
En primer lugar, el crucifijo no es solamente un símbolo religioso, sino que además forma parte de toda la cultura occidental a la que pertenecemos y lo es desde hace dos mil años. El crucifijo está en el arte, en nuestros pueblos y ciudades, en los caminos, en los campos, como por ejemplo, los cruceiros gallegos. Ha sido inspiración de escultores, de pintores, de poetas (recordemos los famosos sonetos de Lope de Vega o el poema El Cristu Benditu” de Gabriel y Galán, el Cristo de Velázquez o el crucificado de Martínez Montañés que se conserva en la Catedral de Sevilla). Es decir, que toda nuestra cultura está impregnada de él. Y no digo nada del resto de imágenes religiosas que han sido inspiración de los artistas en todas las épocas, como, por ejemplo: La Piedad de Miguel Ángel, que todas emanan del crucificado en el Gólgota.
En segundo lugar, el hecho de que un crucifijo haya estado o esté en algún lugar, sea este un centro escolar. una plaza o una calle, que yo sepa, nunca ha traumatizado a nadie. El creyente que lo vea, le rezará una plegaria y el indiferente puede que lo admire como obra de arte o simplemente le sea indiferente, pero no va tener que ir al psiquiatra por haberlo visto. A mi, por ejemplo, no me gusta el fútbol, pues bien cuando en la radio retransmiten algún partido, o cambio de cadena, o simplemente la apago y me dedico a otra cosa, bien a la lectura, bien a pasar un rato con el ordenador o a cualquier otra actividad, pero ni me traumatizo, ni me da un infarto, ni nada de nada. Tengo amigos que se declaran agnósticos e incluso alguno ateo, pues bien ninguno ha protestado jamás porque en las aulas hubiera un crucifijo. Es más, alguno de ellos ha matriculado a sus hijos en centros religiosos y he visto a otros llevar a sus hijas a visitar belenes por Navidad. Uno de ellos me sorprendió una tarde de Jueves Santo, cuando me dijo que iba a “ ver la procesión del Señor”.
En tercer lugar, en las escuelas públicas ( y al decir escuela me refiero a todos los centros docentes, desde la escuela infantil hasta la universidad) hace ya muchos años que, salvo raras excepciones, desapareció. Y esto lo puedo asegurar porque por motivos de mi actividad profesional he tenido que visitar muchos centros públicos de los niveles citados y, solamente en uno de ellos me he encontré con algún crucifijo, pero ni a alumnos ni a profesores les ocurría nada por ello. En el despacho que me asignaron en éste, que fue el último centro en el que estuve destinado, había un crucifijo, que yo mantuve. Por dicho despacho pasaba la mayoría de los profesores, muchos alumnos y muchos padres de éstos, porque en él estaba como Orientador. Pues bien, nadie protestó nunca porque estuviera el crucifijo. Es más, algunos padres se sorprendían gratamente al verlo.
Por último, en los centros privados, que la mayoría son religiosos, sería una incongruencia que no estuviera, ya que los padres de los alumnos que asisten a ellos, los han llevado allí, precisamente porque son religiosos. ¿Cómo no va a estar presente en las aulas el signo más representativo de su religión? Y ningún gobierno puede prohibirlo porque las leyes defienden claramente el derecho de estos centros a tener su carácter propio.
¿A qué viene entonces este empeño de quitar el crucifijo? De los centros públicos ya están quitados y de los privados no los pueden quitar porque, como acabo de decir, las leyes permiten que lo tengan. A no ser que lo que se pretenda sea enfrentar a unos españoles con otros y que nos liemos a tiros nuevamente. Pero, afortunadamente, no estamos en los años treinta y la gente no se deja engañar tan fácilmente. La gente de hoy lo que quiere es trabajo, libertad, tranquilidad y sosiego y a nadie se le obliga (desde hace ya muchos años) a profesar ni a practicar ninguna religión.
Por esto pienso que los políticos, todos, deben preocuparse de solucionar los problemas reales de la gente y dejarles en libertad de practicar o no alguna religión, así como de ser agnóstico o ateo si es lo que prefieren, en lugar de fijarse en tanta chorrada, porque este empeño de suprimir ahora los crucifijos, es eso, una auténtica chorrada.
Por otra parte, yo no digo que haya una persecución abierta hacia la Iglesia Católica en particular y hacia el cristianismo en general, pero sí que se percibe un acoso soterrado hacia ellos, lo que, no solamente no es malo, sino que, con las cosas que se están permitiendo , lo grave sería que no existiera dicho acoso, porque esto significaría que la Iglesia se quedaría tan tranquila con la ampliación de la ley del aborto, la defensa de la eutanasia, cuando no de la eugenesia y otras muchas cosas de sobra conocidas que están ocurriendo en nuestra sociedad. Si la Iglesia no fuese criticada, sería señal de que no está cumpliendo con su obligación de orientar a sus fieles y a la sociedad en general. Si el secretario de la Conferencia Episcopal, no advirtiera a los diputados católicos de que es incoherente con su fe, el votar a favor de una ley como la de la ampliación del aborto, los obispos españoles no estarían cumpliendo con su obligación de pastores, que eso es lo que significa la palabra obispo.
Pero esto no es óbice para considerar una chorrada la propuesta de quitar los crucifijos de las escuelas. ¿No hay más problema en España que este, para que algunos políticos arremetan contra él? Un poco de seriedad, por favor.

lunes, 30 de noviembre de 2009

UNA AUTÉNTICA NAVIDAD

El siguiente artículo va dedicado a las personas a las que, como a mí; que no les gusta la forma en la que se celebran las fiestas navideñas en la actualidad. Fue publicado en dos partes por el Diario VIVA CÁDIZ, en diciembre de 2006.










Olvídate del pavo, del cordero, de los langostinos, del cochinillo, del besugo, y del champan, si quieres vivir una auténtica Navidad. Que la cena de esa noche sea como la de otra noche cualquiera e incluso más frugal, suprimiendo de ella algo de lo que usualmente comes, como por ejemplo el postre o el vino, pero añadiendo simpatía, amor y generosidad con las personas que te rodean, si es que quieres vivir una auténtica Navidad.

No regales a tus seres queridos ningún objeto material, sino regálales cosas que no puedan adquirirse con dinero. No regales joyas, ni perfumes, ni flores, ni juguetes. Porque la mejor joya que puedes regalar a un ser querido es la de tu vida; regálale ese día, vuélcate con él o con ella, ofrécele todas las horas de ese día. Ya que una joya, cualquiera la puede adquirir en cualquier época del año y, a lo mejor, hasta más barata y más a su gusto que la que tú le puedas regalar. Pero un día de tu vida no lo puede comprar ni con todo el oro del mundo, se lo tienes que dar tú, gratuitamente, lo estará recordando todo el año y estará esperando con ilusión la próxima Navidad para ver si nuevamente le regalas otro día de tu vida.

Tampoco le regales ningún ramo de flores, porque la mejor flor que puedes ofrecerle es una cara amable, sonriente y feliz; una cara que exprese cariño, ternura, comprensión o perdón, si hace falta. Tampoco le compres ningún perfume; dale a cambio una palabra amable, échale tu brazo por encima de su hombro, cógelo o cógela con cariño, porque ese es el mejor perfume que le puedes regalar. Y ni la ternura, ni el cariño, ni la comprensión, ni el perdón, ni la palabra amable, ni el brazo por encima, los va a poder comprar en ninguna tienda, ni siquiera en El Corte Inglés a pesar de la cantidad de productos que ofrece. Además un perfume o unas flores lo pueden comprar también en cualquier momento y el perfume se acaba y las flores se marchitan y hay que tirarlas. En cambio el gesto amable, la sonrisa, la comprensión y el perdón los recordará siempre. No los puede comprar, solamente tú generosa y gratuitamente se los puedes dar.

No les regales tampoco a tus hijos ningún juguete y menos de esos que, de tan sofisticados que los hacen, pierden lo que de juguete podrían tener. Porque juguete es todo aquello con lo que un niño o una niña juega, un manojo de llaves, por ejemplo. Y con esas muñecas que lo hacen todo, la niña no puede poner nada de su parte, no puede imaginar nada, porque la muñeca lo hace todo, en suma no puede jugar con ella. La mirará un rato, no mucho, presumirá ante sus amiguitas y acto seguido se olvidará de ella, porque no le sirve para sus juegos. Otro tanto les ocurre a los niños con los coches o aviones que la publicidad les mete por los ojos a través de la llamada caja tonta, que no sé bien porqué la llaman tonta ya que tiene un gran poder de sugestión.

El mejor regalo que le puedes hacer a tu hijo o hija es un poco de tu tiempo, regálaselo. Dile, hoy como es Navidad quiero hacerte un regalo, me voy a olvidar del trabajo, o de la cocina, o de ir al cine, o de salir con los amigos o amigas y me voy a quedar contigo; durante este tiempo, jugaremos a lo que tú quieras, pasearemos juntos, hablaremos, nos reiremos.

Te aseguro que este es el mejor regalo que le puedes hacer a tu hijo o a tu hija. No lo cambiaría por ningún juguete, por muy caro que este sea. Y si no, haz la prueba y pregúntale qué quiere como regalo de Navidad, si ese coche o esa muñeca tan bonitos que anuncian en la televisión, o que papá y mamá se queden contigo todo ese día para jugar, pasear, hablar, reíros juntos, etc. Te llevarás una gran sorpresa.

Y aunque ese día no haya habido pavo, ni langostinos, ni cordero, ni cochinillo, ni champán, ni joyas, ni perfumes, ni ramos de flores, ni juguetes caros, todos recordaréis esa noche con alegría y esperaréis con ilusión la próxima Navidad. Tus hijos preguntarán ¿cuando es otra vez Navidad?

Porque si os fijáis bien la Navidad es el recuerdo del mayor ejemplo de amor, de bondad, de generosidad, y de humildad que se ha dado en el mundo desde que este existe. El que un Dios decidiera dejar su gloria para compartir con los hombres la pobreza, el frío, el calor, el hambre y hasta la muerte, ¡ y qué muerte!, no había ocurrido nunca en el mundo.
Ya es hora de que se vuelva a celebrar la Navidad de forma auténtica, de que nos dejemos de tanto derroche, de tanta jarana, de tantos excesos y sustituyamos todo esto por gestos de amor, de solidaridad, de comprensión, de perdón, en suma de más humanidad, aunque no haya cenas con pavos, ni con cordero, ni con langostinos ni con champán., ni árboles llenos de regalos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

LA EVALUACIÓN SERENDÍPITICA





Las leyes educativas dicen que el profesorado ha de evaluar además de los aprendizajes de los alumnos, los procesos de aprendizaje y su propia práctica docente. Han de evaluar también el proyecto curricular emprendido, la programación docente y el desarrollo del currículum en relación con su adecuación a las características y necesidades del alumnado. Todo esto que la ley señala como preceptivo para la evaluación, tiene que haber sido planificado de antemano por el profesorado, es decir, que en la evaluación se sale a buscar algo conocido. Sin embargo después de un proceso evaluador pueden aparecer cosas que al profesor o profesora ni siquiera se le habían pasado por la cabeza, no ya buscar, sino planificar, porque ¿qué docente es tan inconsciente que, como uno de los objetivos de su programación incluya el que los alumnos y alumnas le tomen aversión a su asignatura o al colegio?. Es como si una empresa comercial se propusiera que los clientes le tomaran antipatía a sus productos, tendría que cerrar al poco tiempo. Si embargo todos sabemos que muchos alumnos y alumnas aborrecen determinadas materias o no quieren ir al colegio ni a tiros. (A todos nos ha ocurrido alguna vez) Este es un ejemplo de las muchas cosas que, sin haberlas programado previamente pueden aparecer después de un proceso de evaluación.

La Serendipity es más que una técnica, una actitud de búsqueda de lo inesperado. Este término es muy frecuente encontrarlo en los libros que hablen de creatividad. Marín Ibáñez (1991: 269), nos cuenta que fue creado por un escritor inglés del siglo XVIII llamado Horace Walpole. Este escritor narra la leyenda de tres príncipes del reino de Serendip (hoy Sri-Lanka) que salieron en busca de unos fabulosos tesoros. Los príncipes no encontraron los tesoros, pero sí otras cosas valiosas que, aunque no estaba en su programa buscar, las recogieron y, cuando ya lo daban todo por perdido.
La Serendipity es, pues, una actitud receptiva a lo inesperado, a las cosas no programadas, que se pueden encontrar en cualquier actividad de la vida.

En la evaluación educativa el profesor sale a buscar:

. Unos aprendizajes de los alumnos
. Los factores que interviene en el proceso
de aprendizaje
. El comportamiento de los elementos de su programación
. Su propia actuación docente.

Todo esto lo tenía previsto antes de comenzar el proceso; se había marcado unos objetivos, había diseñado una metodología, seleccionado unos recursos, previsto un tiempo, etc, pero se puede encontrar con cosas que, como la que hemos señalado más arriba, no se había propuesto buscar. Esto nos lleva a proponer que el profesor/a además de lo prescrito en las leyes, tenga también en cuenta los efectos no planificados de antemano, pero que pueden aparecer después de la evaluación.

E.I.Sawin(1971) los llama efectos no planeados y " Comprenden las consecuencias no previstas, los efectos marginales, el aprendizaje concomitante o incidental y los efectos secundarios o extensivos de los objetivos a alcanzar; en general cualquier resultado importante no establecido o directamente implicado en los fines educacionales del maestro o de la escuela".

Por eso es importante que el profesorado salga preparado para buscar, no solamente lo que había programado, sino cosas como la ya señalada, o que los alumnos manifiesten un pensamiento convergente, o que no tengan espíritu crítico u otras que puedan influir en la personalidad del alumnado y que no las habían planificado. No solamente tienen que ser aspectos negativos, se pueden descubrir también alumnos con una capacidad intelectual superior a la media o altamente creativos, que ni lo uno ni lo otro se iba buscando al plantear la evaluación ni al elaborar la programación.

Es importante, entonces, imitar a los príncipes de Serendip y no rechazar estas cosas, con el argumento de que no se iban buscando. A esto es a lo que llamo Evaluación Serendípítica y para realizarla es necesario estar abierto a lo inesperado, a lo no programado previamente, actuando de la siguiente forma:

. Si lo imprevisto es contrario a los objetivos, éstos pueden ser útiles a la hora de descubrirlo.

Pero hay otros efectos, no previstos, que no son contrarios a los objetivos en cuyo caso hay que recurrir a alguna de las siguiente fuentes:

* Entrevistas con los alumnos y alumnas para averiguar lo que ellos y ellas creen que están aprendiendo.

* Observación sistemática de la clase tratando de anotar los comentarios que espontáneamente hacen los alumnos/as en sus discusiones o a la hora de explicar el tema. Puede resultar de mucha utilidad grabar la clase en una cinta de casete y escucharla después.

* Intentar descubrir lo que las teorías del aprendizaje dicen sobre los resultados que pueden producir determinados tipos de actividades.

* El estudio de las redacciones y otros trabajos del alumnado.

* Listas de control, cuestionarios y en general los mismos instrumentos que se utilizan para evaluar lo programado.
No cabe duda que haciendo una evaluación Serendípitica resolveremos muchos problemas de aprendizaje y mejoraremos nuestra propia práctica docente.

Este concepto se me ocurrió para aplicarlo a la práctica escolar, pero no cabe duda que, mutatis mutandis, se puede aplicar a cualquier actividad de la vida: una empresa comercial, un hospital o a las actividades propias de un amo o ama de casa.

Para saber más:

- Casas Carbajo, J. La evaluación Serendípitica. Revista Andalucía Educativa, marzo de 1999.
- Marín Ibáñez, R y De la Torre, S. (1991). Manual de la Creatividad. Barcelona: Vicens Vives.
- Sawin, E.I.(1971). Técnicas Básicas de Evaluación. Madrid: Editorial Magisterio Español.















lunes, 2 de noviembre de 2009

EL ESTADO DE CORRUPCIÓN



Muchos comentaristas dedicaron ayer sus columnas en los distintos periódicos, a la situación de corrupción por la que está atravesando España. Corrupción que afecta a políticos de distintos partidos entre ellos a los de los dos mayoritarios, es decir, PP y PSOE. Hay un diario que en su portada publica un mapa de España señalando las localidades en las que se han dado casos de ella y da pena verlo. He contado 34 de éstas distribuidas entre la península y los archipiélagos. Son muy pocas las Comunidades Autónomas que se salvan de tener algún caso. Esto no puede seguir así, porque de hacerlo nos cargamos la Democracia que con tanto esfuerzo y generosidad se consiguió en la Transición, como ya he comentado en otras ocasiones.
Si se tratara de algún caso aislado, la solución sería fácil, simplemente con cortar en seco el foco de corrupción el problema terminaría, pero no, como acabo de decir, se extiende por todo el territorio nacional y entre personas de distintos partidos políticos, entre ellos de los dos grandes. Y son precisamente éstos los que se tienen que mojar y resolver la situación de forma tajante. Es necesario, pues, un pacto entre los dos partidos mayoritarios.
José Mª. Carrascal es uno de los columnistas que se refieren a ella y en su columna en ABC, del día uno de noviembre, dice al final del artículo que la solución es muy simple, basta con reformar la financiación de los partidos y de los ayuntamientos.
Pero como esta reforma la tienen que hacer los políticos, pienso que es imprescindible que los dos grandes lleguen a un pacto que les permita imitar a Ramiro II el Monje y corten las cabezas (en sentido figurado, se entiende) de los sinvergüenzas que nos han estado robando a todos los españoles y manchando el buen nombre del resto de sus compañeros para enriquecerse ellos.
Y como yo sostengo que la Filosofía sirve para resolver situaciones de la vida diaria, sugiero a los responsables de los principales partidos políticos, que se fijen en Platón, no para hacer un Estado, exactamente igual al que el propone en su obra La República, sino para vigilar bien las propiedades de los políticos, exigiendo con seriedad una declaración de bienes al comenzar su mandato ya sea éste como Alcalde, Concejal, Diputado o Ministro. Y comprobar con el mismo rigor los que tiene cuando abandone el cargo, que no deben variar mucho. El político tiene su sueldo y se presenta al cargo de forma voluntaria para servir al pueblo, no para hacerse rico. Si quiere esto último que monte un negocio, pero que no se dedique entonces a la política.
Platón decía que los gobernantes y los guardianes no podían tener propiedades privadas. Éstas estaban reservadas únicamente al pueblo. De esta forma se evitaba la corrupción en el Estado. Decía también el filósofo griego que para que todos los estamentos puedan convivir de forma pacífica en el Estado debe reinar la justicia que no es otra cosa que cada uno cumpla con su obligación, así de simple. Y es que para resolver los problemas no hacen falta complicaciones rebuscadas que solamente consiguen enmarañar más las cosas, sino imitar también a Occam que, entre otras cosas decía: Entia no sunt multiplicanda praeter necessitatem ( no hay que multiplicar los entes sin necesidad) y Pluralitas non est ponenda sine necessitate ( no hay que admitir la pluralidad sin necesidad). Es decir, no complicar las cosas sino ir directamente al grano.
Pues que mutatis mutandis, hagan eso los señores Rodríguez Zapatero y Rajoy Brey. Y si no saben o no quieren que dejen a los que sepan y quieran que lo hagan, porque no se puede permitir que políticos corruptos se carguen el Estado Democrático que disfrutamos.

En mi libro Facilosofía (Edición revisada y ampliada de Ediciones Absalon) puede encontrar el lector interesado más información sobre las Teorías de Platón y de Guillermo de Occam, así como las aplicaciones prácticas de las mismas a la vida diaria.

domingo, 1 de noviembre de 2009

ENSEÑANZA OBLIGATORIA


El Sr. Ministro de Educación viene reclamando un consenso sobre la misma, tal como se puede ver en mi artículo Gran Pacto Educativo publicado en este mismo blog el día 17 de junio de 2009, pacto que considero no solamente necesario, sino también prioritario, debido al lamentable estado por el que atraviesa la educación en España.
Precisamente esta situación es la que mueve al ministro a reclamar dicho pacto.
Hace unos días el Sr. Gabilondo se ha vuelto a manifestar sobre el tema y, en unas declaraciones a Radio Nacional de España, “ esbozó” la posibilidad de ampliar la obligatoriedad de la enseñanza hasta los dieciocho años. Y esto es precisamente lo que quiero comentar, recogiendo la invitación al debate que el ministro propone sobre nuestro Sistema Educativo (S.E.) al que considera “ demasiado rígido y no transversal”.
En primer lugar agradezco esta disposición a debatir de una forma amplia y participativa sobre el S.E., debate que espero sea rico y desemboque en una nueva organización del mismo, elaborada y acordada por consenso.
En lo referente a la ampliación de la obligatoriedad dos años más, no tengo nada en contra de ella, en otros países se hace ya, pero siempre y cuando se refiera a la obligatoriedad de asistir a los centros educativos, no a la comprensividad. Como este comentario va dirigido no a especialistas en educación solamente, sino a cualquier persona que acceda al blog, quiero explicar, lo más claro y breve posible en qué consiste esto de la comprensividad.
La Escuela Comprensiva (E.C), surgió en Inglaterra por la Ley de Educación de 1944 y consiste en acoger a todo tipo de alumnos sin discriminación de raza, credo, ideología, clase social o sexo e impartiendo una educación común, aún admitiendo las características personales de cada uno. Y aquí encontramos el primer error: identificar educación con instrucción. La primera se refiere a la adquisición de valores que sí debe ser común, ya que estos afectan a toda la sociedad. Es decir, todos tenemos que respetar a los demás; todos tenemos que velar por el cuidado y limpieza de nuestros pueblos y ciudades; todos tenemos que respetar a las personas mayores, a los padres y a las autoridades y tenemos que valorar el esfuerzo y respetar las normas, por citar solamente los más elementales. La segunda hace referencia a la adquisición de conocimientos y aquí ya no todos son iguales. No hay que confundir igualdad con derechos, pues haciéndolo caemos en el igualitarismo que no es bueno para nadie.
Todos los alumnos tienen derecho a recibir conocimientos pero, no todos son iguales. Alguien dijo que todos son iguales y todos diferentes. Y tenía toda la razón porque cada uno tiene unos intereses, una motivación y unas capacidades distintas que deben ser respetadas para que ejerza, precisamente, ese derecho que tiene a ser educado e instruido.
Si, a partir de cierta edad, se intenta que todos los alumnos adquieran los mismos conocimientos, el sistema fracasa. Esto fue lo que ocurrió con la E:G:B. y con la E.S.O., porque, a partir de los doce años, los intereses de los alumnos son diferentes. No a todos les gusta estudiar y es un error obligarles a ello. No hablo solamente desde mi formación pedagógica sino, sobre todo, desde mi experiencia en las aulas. Desde la primera constato el fracaso de la comprensividad en los países en los que se estableció hasta esa edad antes que en España, y cualquier persona puede comprobar esto consultando cualquier libro de Pedagogía Comparada. En la práctica docente, he conocido alumnos de la E.S.O. que eran un verdadero martirio para los profesores, alumnos a los que se tenía que sancionar privándoles de la asistencia al centro con mucha frecuencia. Pues bien, cuando a estos se les encauzó a un Programa de Garantía Social ( ahora tiene otro nombre, pero es lo mismo) en los que la mayor parte de la actividad estaba dedicada a la práctica y la teoría se limitaba estrictamente a la que necesitaban para efectuar la primera, estos muchachos se convirtieron en alumnos modelos, hasta tal punto que los vi ayudando en las tareas de pintura del Instituto durante las vacaciones y solicitado por ellos, sin que nadie se lo hubiera pedido. Su problema no es que fueran malos ni rebeldes, sino que se aburrían en clase porque lo que allí se decía era chino para ellos. Imagínense que a cualquiera de nosotros nos obligaran a estar seis horas diarias escuchando a varios señores y señoras que sólo hablasen chino. A la tercera hora como máximo estábamos ya tirándonos papelitos unos a otros.
Pues bien, no me parece mal que se amplíe la edad de escolarización obligatoria que en España, primero llegaba hasta los diez años, después hasta los catorce, con la LOGSE llegó hasta los dieciséis y con la propuesta del ministro llegaría hasta los dieciocho, pero, eso sí, solamente la obligatoriedad de asistencia a un centro educativo, el que sea, pero que no afecte a los conocimientos para lo cual vuelvo a proponer un S.E. que mantenga la comprensividad hasta los doce años y que se imparta en la Escuela Primaria. Después un buen Bachillerato de cuatro años (el ministro ya habla de tres) y una buena Formación Profesional también de cuatro años distribuida en dos ciclos diferenciados, pero no cerrados. Es decir que permita que el alumno que termine el primero, pueda pasar al segundo de la misma especialidad de forma automática. Todo esto con la transversalidad que reclama el ministro, es decir, que se pueda pasar de un nivel a otro con la mínima adaptación posible. De esta forma un alumno que, por ejemplo en segundo de Bachillerato compruebe que ha equivocado el camino, pueda matricularse en la Formación Profesional con las adaptaciones y convalidaciones pertinentes que serán mayores o menores, en función del curso en el que se realice el cambio y lo mismo para el que elija la Formación Profesional.
La propuesta del ministro supondría aumentar en dos años estos niveles, es decir, que tendrían seis años de duración cada uno. El Bachillerarto ya lo tuvo y la F.P. duraba cinco en total para el que la terminara completa. El hecho de ser obligatorios, supondría un gran avance social, pues elevaría el nivel cultural de los españoles (y españolas), siempre que fuera sin comprensividad, como ya he señalado. Está claro que sería más costoso, pero sin entrar en la cuestión económica, pienso, no obstante, que si se hiciera una buena distribución del presupuesto que ahora mismo se destina a la educación, eliminando muchas cosas inútiles y otras que no sirven para casi nada, pero que son muy costosas, y se gastase en lo verdaderamente necesario, es posible que con él mismo dinero se podrían costear los dos años añadidos.

sábado, 24 de octubre de 2009

EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Hoy se habla mucho del calentamiento de la Tierra, producido por la contaminación de las industrias y por la actividad misma del ser humano. Existen organismos nacionales e internacionales que se preocupan y trabajan para que este calentamiento desaparezca o para, que al menos, se detenga o disminuya. Casi todos los países civilizados cuentan con un Ministerio que se encarga, entre otras cosas, del cuidado de nuestro querido planeta. En España tenemos el Ministerio de Medio Ambiente que constantemente realiza campañas de concienciación sobre el tema.
Pues bien, la Filosofía también nos puede ayudar en este caso. Hay muchos filósofos que nos hablan del cuidado y conservación del planeta, pero hoy me voy a fijar en uno contemporáneo nuestro, ya que murió en el último cuarto del siglo pasado. Se trata de Martín Heidegger filósofo alemán que nació en Messkirch, una localidad situada entre el Rin y la Selva Negra, un 26 de septiembre de 1889 y que murió, como he dicho, en el último cuarto del siglo XX, concretamente el 26 de mayo de 1976, en la ciudad de Friburgo de cuya Universidad fue primero alumno y después profesor.
Heidegger consideraba al hombre (al hablar del hombre me refiero a la especie humana, es decir al varón y a la mujer) como el Dasein, palabra alemana de difícil traducción que puede traducirse como ser ahí. Es decir que es un ser arrojado a la existencia en un mundo que está lleno de cosas que puede utilizar. Pero este estar en el mundo consiste en un vivir en él y relacionarse con todas las cosas que en él hay y con los demás hombres. No está en el mundo en virtud de una mera situación espacial como lo están, por ejemplo, las pirámides de Egipto o el Partenón de Atenas.
Pero las cosas que hay en el mundo no son de éste, simplemente están en él para que sean utilizadas por el hombre, utilización que ha de ser Auténtica, que en el lenguaje de Heidegger equivale a responsable. Es decir, que el ser humano debe utilizar las cosas de la naturaleza, pero, a la vez, cuidar de ellas, para que las próximas generaciones las puedan usar también.
En mi libro Facilosofía (2008) digo que este filósofo puede constituir las delicias de un ecologista, por la forma en la que indica que el hombre debe utilizar las cosas de la naturaleza, es decir, cuidando de ellas, como acabo de señalar.
Debemos acordarnos de Heidegger cuando vayamos de excursión al campo, teniendo cuidado de recoger los restos de la comida que hayamos llevado y apagando bien el fuego que hayamos encendido para hacerla. De esta forma no solamente cuidaremos el medio, sino que evitaremos incendios como los que, por desgracia, vemos cada verano.
También se deben cuidar los ríos y los mares. En esto tienen mucha responsabilidad los gobiernos, que deben vigilar que los restos de las industrias, vayan ya depurados cuando se vierten en las aguas de los ríos. Otro tanto se debe decir de los mares. Todos tenemos presentes las catástrofes que los barcos petroleros han ocasionado no, solamente, en la fauna y flora del mar, sino también en la contaminación de las playas.
Por eso debemos acordarnos de este filósofo y procurar contaminar lo menos posible ya que las cosas del mundo están en él para ser utilizadas por los hombres, pero no solamente por los de una generación, sino por los que vendrán después de nosotros, si es que con nuestra desidia e irresponsabilidad no hemos terminado antes con la vida en la Tierra. Hagamos caso, pues, de Heidegger.
Otro día hablaré de lo que este filósofo decía sobre el cuidado que debemos tener con los demás hombres que coexisten con nosotros.

En mi libro Facilosofía de Ediciones Absalon, puede el lector ampliar lo que en este artículo se ha dicho.

jueves, 22 de octubre de 2009

RECUPERAR EL CONSENSO

Estamos atravesando unos momentos de mucha tensión y enfrentamiento entre los españoles que, dada nuestra tradición histórica, nos exponemos a terminar en un nuevo enfrentamiento. Parecía y así, ha sido durante los últimos treinta y dos años, desde que en 1977 se celebraron las primeras elecciones libres después de los cuarenta años del Régimen de Franco, que se habían acabado las divisiones y empezábamos a mirar el futuro todos unidos. En aquella ocasión, como ya he comentado en otro artículo, todos los políticos se pusieron de acuerdo en olvidar el pasado y mirar al porvenir. Y al decir, todos me refiero a todos: los que pertenecían al Régimen y los de la oposición a él. Todos fueron capaces de mirar al futuro y a no escarbar en el pasado, a no abrir heridas que ya se habían cerrado. De esa forma se llegó al consenso que desembocó en la Constitución de 1978 y que ha colocado a España entre los países más desarrollados del mundo, sirviendo, además, como modelo para pasar de un régimen autoritario a una democracia, sin derramar una gota de sangre y sin que se perdiera el ritmo de vida que cada uno llevaba. Todas las instituciones siguieron funcionando sin traumas, y lo mismo ocurrió al mundo empresarial y la vida diaria en su totalidad.
Pero de un tiempo a esta parte, todo esto parece que está cayendo en el olvido. Se vuelve hablar de las heridas producidas por la guerra civil de 1936-39; se vuelven a recordar los muertos de una y otra parte; se toman iniciativas que rozan el ridículo, como, por ejemplo pedir el certificado de defunción del General Franco y el empeño de abrir fosas en las que la mayoría de las veces no se encuentra en ellas nada, tal como ocurrió en un pueblo de la provincia de Cáceres cercano al mío. Con esto no estoy poniendo en tela de juicio las decisiones de los jueces, ¡Dios me libre!, es posible, además, que estas iniciativas sean normales en un proceso judicial, yo solamente quiero señalar datos que nadie puede negar. Por otra parte recordar la máxima romana de Primun vivere, deinde philosophari (primero vivir, luego filosofar, resolvamos la situación actual y después ya se pedirán cuentas a quien se les deban pedir ). Es decir, que no dudo de la corrección de las actuaciones señaladas por parte de algunos jueces y políticos, sino que en los momentos que estamos viviendo, no dudo que esto sea importante, pero, desde luego, no es prioritario.
Estamos atravesando una crisis económica y financiera de dimensiones considerables, pero mientras que en países de nuestro entorno se han dedicado a trabajar y a tomar medidas para salir de ella, nosotros estamos buscando tumbas, aún en contra de la opinión de los familiares, como es el caso del poeta García Lorca. Nos dedicamos a promover leyes, como la del aborto, que ni es prioritaria ahora, ni la sociedad la reclama, ni siquiera el partido del gobierno la contemplaba en su programa electoral.
Menos mal que al lado de todos estos despropósitos se están escuchando voces que reclaman la recuperación del consenso. Voces de personas de peso en la política nacional, tales como los señores Bono, Solchaga, Leguina, Rodríguez Ibarra o Almunia, por citar los más significativos y sin olvidar al gobernador del Banco de España. También algunas corrientes del partido socialista como cristianos por el socialismo y otros grupos minoritarios en el arco parlamentario como UPYD o CiU están reclamando cordura. Lástima que, salvo honrosas y contadas excepciones, no se escuchen estas mismas voces en el principal partido de la oposición (me refiero a los dirigentes, no a los afiliados y simpatizantes que sí que lo hacen) . Sería conveniente que los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, dejaran de preocuparse por los votos y se preocuparan más del bienestar de los españoles. Yo no soy político, pero pienso, como una gran mayoría, que sería conveniente que intentaran por todos los medios recuperar el consenso en los temas fundamentales y, así, como se hizo en 1977, miraran al futuro y se olvidaran, de momento, de los votos, porque ¿para qué sirven estos si el país se viene abajo? Pido a Dios que les haga ver esta necesidad de contemplar la realidad y no hacer como los bizantinos que estaban discutiendo sobre el sexo de los ángeles mientras los bárbaros del norte estaban sitiando la ciudad.

sábado, 10 de octubre de 2009

OBAMA PREMIO NOBEL DE LA PAZ




Vaya por delante que no está en mi ánimo dudar de las capacidades y los méritos del Sr. Obama. Todo lo contrario reconozco que deben ser muchos para que, con los prejuicios que hay en los Estados Unidos contra las personas de su raza, haya llegado a la Presidencia del Estado más poderoso del mundo actual. Pero de ahí a que a los diez meses de haber tomado posesión como Jefe del Estado, le haya sido concedido el preciado galardón hay un gran trecho que recorrer.
Que lo que acabo de decir no son apreciaciones gratuitas mías, lo demuestra el hecho de que ha sido el propio Obama el que ha reconocido que “ Honestamente, creo que no merezco el Nobel de la Paz”. Y el de que sus más cercanos colaboradores en la Casa Blanca pensaran cuando recibieron la llamada que se trataba de una broma de alguna emisora de radio o televisión, tal como ocurrió aquí en España cuando Evo Morales realizó su primera visita como Presidente de Bolivia, que unos humoristas imitando la Voz del Presidente Rodríguez Zapatero le hicieron creer que se trataba de él y Evo Morales se creyó a pie juntilla todo lo que le dijeron y prometieron. Es más, en una emisora escuché ayer como el corresponsal de la misma en los Estados Unidos informaba que el propio Presidente le preguntó al jefe de la C.I.A. si él tenía noticias de que su nombre hubiera sonado para el premio Nobel. Y es que el Sr. Obama hasta la fecha solamente ha hecho una declaración de buenas intenciones y manifestado una actitud quizás más positiva para alcanzar la paz en el mundo, pero de las cuales no se ha desprendido ninguna realidad concreta todavía. Las tropas internacionales continúan en Irak y en Afganistán; los palestinos y los judíos siguen a la greña; Irán y Corea continúan con su deseo de fabricar armamento nuclear; en África y en la India la gente se sigue muriendo de hambre. Es decir, que el panorama mundial sigue lo mismo que antes de llegar el Sr.Obama a la Casa Blanca. Por esta regla de tres de declaración de buenas intenciones, al Sr. Rodríguez Zapatero le tenían que conceder el premio Nobel de Economía.
Existen muchas personas en el mundo dignas de obtener el preciado galardón y siguen sin él. No voy a salir de España. A la muerte del general Franco, todos los partidos políticos sin excepción se pusieron de acuerdo para pasar de una dictadura a una monarquía parlamentaria, sin necesidad de ninguna ruptura y, lo que es más importante, sin derramarse una gota de sangre. Y todos hicieron dejación de muchas de sus aspiraciones. Los que procedían del régimen anterior, sacrificaron su situación y renunciaron a sus privilegios. Fue el mismo Ministro Secretario General del Movimiento el que capitaneó la desaparición de las Cortes Franquistas. En el lado de la oposición, entonces aún clandestina, lo que supone más mérito aún, también cedieron a muchas de sus aspiraciones. Ellos querían ruptura y no continuidad, pues bien, renunciaron a ella, así como a sus deseos de revancha, lógicos por otra parte si pensamos que estuvieron cuarenta años deseándola, en aras de la paz y de la convivencia de los españoles. Todo esto bajo la tutela y la dirección del Rey Juan Carlos I, de tal manera que la transición española se puso como modelo a imitar en todo el mundo. Pues bien, ni el rey, ni ninguno de aquellos políticos recibieron el premio Nobel de la Paz. Y pienso que, al día de hoy, tienen, todos, muchos más méritos que el Sr. Obama para recibirlo.
Y dicho esto, no sé si el citado premio es lo que dice ser o, por el contrario, un caramelo envenenado para el Presidente de los Estados Unidos, porque ¿cómo todo un Premio Nobel de la Paz va a mantener tropas en Irak y a animar a mantenerlas a sus socios de la ONU? Y ¿cómo todo un Premio Nobel de la Paz, va a aumentar y pedir a sus socios que lo hagan también sus contingentes en Afganistán? Y ¿cómo todo un Premio Nobel de la Paz, va a impedir que Irán y Corea tengan su propio armamento nuclear? Y ¿ cómo todo un Premio Nobel de la Paz va a consentir que se mueran de hambre millones de seres humanos? Y así se podrían seguir enumerando muchas situaciones con las que se tiene que encontrar el Sr. Obama y que el citado premio va a condicionar su toma de decisiones. Así que mi duda es si al Sr. Obama le han otorgado el premio para tenerlo contento o, por el contrario para ponerlo en aprietos y desprestigiarlo. En ambos casos con amigos como estos el Sr. Obama no necesita ya enemigos.
No obstante a todo lo anterior felicito al Sr. Obama de todo corazón, a la vez que le deseo mucha suerte, porque la va a necesitar y, al fin y al cabo, sus decisiones acertadas o erróneas de alguna manera nos afectarán también a nosotros.



martes, 29 de septiembre de 2009

CLAVES PARA LA MALA EDUCACIÓN

Este artículo me lo ha inspirado un reportaje que he leído en la prensa (ABC, 27/9/09), sobre la violencia de los hijos contra los padres.
Si queremos tener hijos e hijas violentas, solamente tenemos que seguir las siguientes pautas.

1ª) Eliminar de la escuela, al decir escuela me refiero a todos los niveles educativos, la cultura del esfuerzo, con la disculpa de que el niño o el joven se pueden frustrar si suspenden. Por esta razón en el Sistema Educativo Español, los alumnos pueden promocionar al curso siguiente, aunque tengan varias asignaturas suspendidas. Pero los niños y jóvenes no se frustran con tanta facilidad como algunos piensan, sino que tienen una gran capacidad de adaptación a las circunstancias. Lo que no hay que hacer con ellos es ponerles zancadillas, sino acostumbrarlos a que superen obstáculos, por supuesto adaptados a su capacidad y madurez, para que se vayan acostumbrando a superar los que en su vida adulta se van a encontrar con toda seguridad. No es bueno dejar a los niños vivir a su manera como preconizaba la escritora y feminista sueca Ellen Key, porque el niño tiende, por naturaleza, a satisfacer sus caprichos y está claro que la vida real nos enseña que no podemos tener todo lo que deseamos y en el momento en que los deseemos. Por eso hay que acostumbrar a los niños, desde muy pequeños a renunciar a determinados caprichos.
2ª) Dar al niño todos los caprichos que se le antojen, porque entonces lo que hacemos es enseñarle a que las cosas se pueden conseguir con sólo pedirlas, con lo que estamos dando de lado a cualquier tipo de esfuerzo. Esto es muy perjudicial para él. Porque cuando no estén ya los padres para satisfacer sus caprichos, es entonces cuando se frustran y pueden reaccionar de forma violenta. Y lo que hicimos pensando que le hacíamos un bien, se convierte en el peor favor que se le puede hacer a un hijo: reducir su autonomía y eliminar su autoestima, porque una persona que depende del favor de los demás, no es independiente y al no conseguir las cosas por su propio esfuerzo, hace que no aprenda a valerse por sí mismo y conseguir logros que aumentarían su autoconcepto.
3ª) No establecer en la familia y en el centro escolar normas claras y enseñarle a cumplirlas. Los padres ( y al decir padres, me refiero también a las madres) deben dictar normas en la familia, pocas, pero claras y posibles de cumplir, con el fin de poner límites a las apetencias de cada uno. Las normas han de ser de obligado cumplimiento para todos y deben llevar acompañadas su correspondiente sanción, si no se cumplen; sanción que ha de cumplirse a rajatabla, una vez impuesta y que debe verse, más que como sanción, como consecuencia de no haber cumplido la norma establecida. Si no se hace esto, estamos contribuyendo a la mala educación de los hijos.
4ª) Dejar sin corregir cualquier falta por pequeña que sea, porque si se deja pasar una falta leve, puede conducir a la comisión de otra más grave. Como dice la teoría de la Ventana Rota, de la que he hablado ya en este blog, al tratar sobre La ley del Menor.
5ª) Quitar la autoridad a los padres, como hace el Derecho Penal en su artículo 153 que priva a éstos de utilizar medidas paliativas como encerrar a su hijo en su cuarto durante 24 horas para que reflexione sobre una actitud incorrecta, o simplemente darle un tortazo ante un mal comportamiento del hijo. De esto ya he hablado también en el artículo ¿La Mala Ley?
6ª) Quitarle también la autoridad a los maestros y profesores, porque entonces los alumnos campan por sus respetos y los centros se convierten en verdaderas selvas, en las que impera la ley del más fuerte. Ejemplo de esto son las frecuentes agresiones a profesores y a otros alumnos e incluso, como he visto yo, a padres de otros compañeros.
7ª) No acostumbrar al niño desde pequeño a que asuma algunas responsabilidades en la casa, siempre teniendo en cuenta su edad y sus capacidades.
8ª) Quitar la autoridad a los maestros y profesores delante de los hijos. Recuerdo que cuando yo asistía a la escuela primaria si el maestro me castigaba, tenía gran cuidado de advertir a mis compañeros que no dijeran nada en sus casas, porque si mi padre se enteraba del castigo, me imponía él otro aún mayor, aunque después fuera a preguntar al maestro la causa del castigo. Hoy ocurre lo contrario, el niño le dice al padre que el maestro lo ha castigado y, en lugar de reprender al hijo, va al colegio a protestar, cuando no a agredir al maestro.
9ª) Tratar a los hijos y a los alumnos como si fueran amigos. Ya he dicho en otra ocasión, que los niños y jóvenes quieren que sus padres sean padres y sus maestros, maestros. Sus amigos se los buscan ellos entre muchachos de su edad.
10ª) La falta de coordinación de los padres. Si uno de ellos impone un castigo al hijo y el otro lo critica e incluso se lo afea delante del niño, le hace un flaco favor a éste. Los niños son muy listos y enseguida se dan cuenta a quien recurrir para que le perdonen un castigo. Por el contrario si sabe que tanto el padre como la madre están siempre de acuerdo, se limita a cumplirlo sin ninguna frustración y sin sufrir ningún trauma.

viernes, 18 de septiembre de 2009

AUTORIDAD DOCENTE

Doña Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid, está dispuesta a considerar a los maestros y profesores como autoridad pública, lo cual es un paso importantísimo para devolver a los docentes el prestigio que las últimas leyes educativas le han arrebatado y así, de esta forma, recuperar el papel primordial de la escuela, cual es enseñar y educar a sus alumnos, cosa que últimamente no podían hacer, por estar totalmente desprotegidos ante la ley. He visto salir llorando a profesoras porque eran incapaces de dar clase, al no poder controlar a sus alumnos por la falta de recursos para ello. De nada les valía decirles que iban a suspender o que les pondrían un parte de disciplina, porque les daba igual. No les asusta suspender, porque saben que el Sistema Educativo (SE), les facilita el pasar de curso aunque tengan varias asignaturas suspendidas. En cuanto a los partes, cuanto más acumulen mejor, ya que eso supone que los expulsen unos días del colegio o instituto y de esa manera se encuentran con unas vacaciones extraordinarias. Luego se vuelve a las mismas y al poco, tiempo otros días de vacaciones. Esta es la cruda realidad de lo que está pasando en la educación española desde hace ya algunas décadas. Y quien no se lo crea que se pase por algún instituto público unos días, pero no de visita, sino metiéndose en las aulas. Parece ser que en la Comunidad Valenciana ya está implantada esta medida, con buenos resultados. Y que algún sindicato de docentes lo está pidiendo también para Andalucía. Lo ideal sería que fuese el Ministerio de Educación el que lo implantara con carácter general para todo el Estado. No cabe duda que este es un paso importante, pero no olvidemos que es eso, sólo un paso. Hay que dar más si de verdad se quiere tener un sistema de calidad. Yo sugiero los siguientes:
· Establecer un pacto de Estado para la Educación entre las fuerzas políticas (al menos entre las dos mayoritarias y así desarrollar un Sistema Educativo serio y que no esté al albur del gobierno de turno. (El mismo Rey de España, ha pedido este pacto hace unos días),
· Descargar al profesorado de tanta burocracia como tiene que hacer ahora, que solamente sirve para quitarle el tiempo que tendría para preparar sus clases y para enseñar a sus alumnos.
· Que la Inspección Educativa pueda de nuevo entrar en las aulas, como se hacía antes, y así darse cuenta de los problemas que puedan tener algún profesor o maestro y ayudarles. Esta medida supone que los inspectores tengan la preparación pedagógica y científica adecuada y accedan al Cuerpo después de superar una oposición seria.
· Que los directores de los centros sean también seleccionados en función de su preparación y no elegidos. Un centro educativo es una empresa y en éstas los directivos no los eligen los obreros, sino que los selecciona entre los mejores la dirección de la empresa.
· Que los padres, sean padres, es decir que colaboren en la educación de sus hijos y que no socaven ante éstos la autoridad del profesorado, sino preguntarle a éste cuando tengan alguna duda sobre alguna decisión tomada, pero nunca delante del hijo (al decir hijo me refiero también a las hijas).
· Que los centros hagan una programación realista y sencilla, en función de lo alumnos que tienen, estableciendo pocas normas pero claras y de obligado cumplimiento para todos, eliminando todos esos documentos de proyectos curriculares y reglamentos farragosos que a la hora de la verdad solamente sirven para la galería.
· Descargar a los alumnos de esa montaña de libros de texto a los que se les está obligando. La mayoría ni se tocan.
· Establecer el orden y la autoridad en las aulas. Los profesores y los alumnos, no son coleguillas ni amiguetes, entre otras razones, porque los segundos no quieren. Los amigos se los buscan ellos entre sus iguales. Lo mismo se puede decir para los padres. Tanto unos como otros son profesores y padres, lo cual no quiere decir que no respeten y quieran a los alumnos e hijos. Es más a éstos les gusta tener un referente de autoridad en casa y en clase y no un amiguete adulto.
· Modificar la organización de la Educación Obligatoria, dejando la obligatoriedad hasta los dieciséis años, pero no la comprensividad.
Sé que estas medidas parecerán clasistas o autoritarias, pero ni lo uno ni lo otro. No son clasistas, porque el SE que propongo establecería el paso entre las distintas vías y no son autoritarias, porque lo que pretenden es establecer un orden que permita que cada uno pueda cumplir con su obligación: que el maestro o profesor puedan enseñar, los padres educar y los alumnos aprender, que es lo que un sistema educativo serio se debe proponer .
Por ejemplo: Supongamos que el SE establece dos vías, a partir de los doce años, un bachillerato de cuatro años y una formación profesional también de cuatro dividida en dos ciclos de dos años cada uno y que un alumno elige el bachillerato, pero cuando va por segundo curso, se da cuenta de que a él lo que le va es la formación profesional. El sistema debe facilitar el paso de ese alumno a la nueva vía, sin que pierda ningún año por ello y viceversa, que un alumno de formación profesional pueda incorporarse de la misma manera al bachillerato.
También habrá quien diga que esto es retrógrado, porque ya se ha hecho en España, pero la historia está para enseñarnos y la educación debe ser conservadora e innovadora, conservando lo bueno de épocas anteriores e introduciendo innovaciones de acuerdo con la evolución de los tiempos.
Para demostrar que esto es así, recurro a un texto de Quintiliano, pedagogo del siglo I que recomendaba lo siguiente a los maestros:
…No agobiar con tareas la debilidad de los discípulos, sino tener consideración a sus fuerzas y acomodarse a su capacidad. Porque a la manera que los vasos de boca angosta no reciben nada del licor que se les envía de golpe, pero se llenan cuando se les echa poco a poco y gota a gota, así se ha de tener cuenta por lo que puede el talento de los niños…” ( Ángeles Galino Textos Pedagógicos).
¿Esto no es la tan traida y llevada Atención a la Diversidad” que tanto defendía la LOGSE? Pues ya era recomendada hace veinte siglos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

Hoy quiero anunciar el próximo lanzamiento de la editorial Absalon. Una novela que, plantea un tema que ha intrigado al ser humano, desde que puso los pies en este planeta y vio morir al primero de sus semejantes: qué ocurre después de lo que solemos llamar muerte, ¿hay algo después?, ¿existe otra vida? En esta novela, titulada "El Ritual (proyecto UR-21)", su autor, F. Javier Castro Miranda, huye de la superchería y lo esotérico y admite haber entremezclado un tenue hilo conductor ficticio con numerosos hechos y avances tecnológicos reales que nos darán una visión aproximada y "científica" de la posibilidad de vida después de la muerte. Por eso estoy seguro que no dejará indiferente a nadie.

A través de dos compañeros y ex cirujanos cardiovasculares, Martín Somarriba y Silvia Aragón, Castro nos propone avanzar en una trama adictiva en la que destacán sobremanera los diálogos y argumentos esgrimidos. Entre pasado y presente, el libro recuerda también los atentados del 11-M, regalándonos una historia entrañable que promete dejar huella en los lectores.

Tras su éxito con "Los Diablos del Mar. La odisea de la Burla Negra", Javier Castro nos invita a dejarnos llevar por una novela, sin duda apasionante y que nos hará recapacitar al final de la misma.

Si quieres tener un adelanto, antes de su salida el día próximo 23, y quieres saber más sobre su temática, puedes visitar:

www.elritualproyectour21.blogspot.com o www.edicionesabsalon.com

Además se pueden visitar dos de sus promociones pinchando en los siguientes links:

http://www.youtube.com/watch?v=d_N1El5u834

http://www.youtube.com/watch?v=RakQg_fECYc

Espero sea de utilidad este mensaje.

sábado, 29 de agosto de 2009

INJUSTICIAS SOCIALES

Hace unos días he visto en televisión un reportaje sobre hoteles lujosos, en el que hablaban de uno que contaba con habitaciones, también de lujo, para perros. Estas habitaciones disponían de todas las comodidades que uno se pueda imaginar; incluso el hotel disponía de una persona para sacar a pasear al perrito. Mientras lo veía, me acordaba de la cantidad de niños y personas que no tienen un techo donde cobijarse, y no hay que salir fuera de España para verlo, en cualquiera de nuestras ciudades y pueblos nos encontramos con frecuencia casos de estos. No estoy en contra de los animales, ni mucho menos, pero todo debe tener un límite y considero una injusticia que existan personas que se gastan el dinero para que un animal viva mucho mejor que muchas personas. Y luego, a lo mejor, están en contra del aborto, que me parece muy bien; yo también lo estoy. Pero ¿no sería mejor que adoptaran un niño o cobijasen en sus casas a estas personas que no tienen un techo? Porque seguramente algunas son hasta conocidas, si no familiares, y, por supuesto gente de fiar. Este reportaje y esta situación me han inspirado el siguiente poema.


CONTRASTES


Por techo el cielo estrellado,
y por lecho el frío césped,
en un parque desolado,
dormían por falta de huesped.

Una muy liviana manta,
que casi se transparenta,
es toda la vestimenta,
de una familia de humanos.

Unos pasos adelante,
sobre un banco de madera,
dormía otro caminante,
al lado de sus hermanos.

De una casa colindante,
salía un hombre con su can,
y una actitud exultante,
se notaba en su ademán.

Pasó ante aquellos humanos,
rebosante de alegría,
y, un niño que pan pedía,
lloraba junto a su hermano.

Yo que presencié la escena,
no me pude dominar,
mirando al hombre con pena,
díjele con sentimiento,
¡no deje a este niño hambriento,
para que coma su can!

LA HUMANIDAD CAMBIA POCO

Una amiga me envía, en un correo electrónico, el texto que reproduzco más abajo y que demuestra que la humanidad ha cambiado muy poco. En lo referente al comportamiento nuestros jóvenes se manifiestan igual que los de hace miles de años. Esto demuestra el poco avance que nuestra especie ha experimentado, en lo que a respeto y educación se refiere. Hemos avanzado mucho en medicina y en tecnología; tenemos fármacos que curan casi todas las enfermedades; aparatos que nos hacen la vida más fácil y agradable; mejores medios de comunicación, tanto espaciales como informativos, pero en lo referente al respeto y a la educación nos comportamos igual que nuestros antepasados milenarios, con las diferencias que marcan las costumbres de cada época. Esto es algo que debería hacernos reflexionar; sobre todo a los responsables de organizar la Educación, ya que nunca se han invertido tantos medios personales y económicos en ella y, sin embargo, a tenor de las frases siguientes, esta cantidad de medios, no parece que sirva de mucho, salvo para mantener guarderías de niños y jóvenes muy costosas, en los que unos y otros pasen muchas horas del día. Por supuesto que hay excepciones, pero ¿dónde? Esta pregunta la dejo para que cada lector reflexione y la conteste de acuerdo con su experiencia personal.




" El Médico de Familia inglés, Ronald Gibson, comenzó una conferencia sobre conflicto generacional, citando cuatro frases:
1) "Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos."
2) "Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país, si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible."
3) "Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos."
4) "Esta juventud esta malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura."
Después de enunciar las cuatro citas, el Doctor Gibson, observaba como gran parte de la concurrencia aprobaba cada una de las frases. Aguardó unos instantes a que se acallaran los murmullos de la gente comentando lo expresado y entonces reveló el origen de las frases, diciendo:
La primera frase es de Sócrates (470 - 399 A .C.). La segunda es de Hesíodo (720 A .C.). La tercera es de un sacerdote (2.000 A .C.). La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (actual Bagdad) y con más de 4.000 años de existencia.
Y ante la perplejidad de los asistentes, concluyó diciéndoles: Señoras madres y señores padres de familia:
¡RELÁJENSE, QUE LA COSA SIEMPRE HA SIDO ASÍ...! "


viernes, 7 de agosto de 2009

LA HIPÓTESIS FANTÁSTICA



Siguiendo con la serie de actividades para el fomento de la Creatividad que comenzamos con la Analogía Inusual, presento hoy la Hipótesis Fantástica.
Esta técnica como explico en mi libro Aprende y Enseña Jugando de Ediciones Absalon, consiste en presentar a los alumnos una pregunta sobre algo fabuloso, algo que sea muy difícil que ocurra, o como la utilizan los investigadores, sobre un problema real al que hay que buscar una solución.
Es muy fácil de llevar a la práctica, solamente se le pide a los alumnos que escriban cada uno las soluciones que se le ocurran con total libertad, aunque les parezcan disparatadas. Una vez hecho esto, se realiza la puesta en común escribiendo en la pizarra las soluciones dadas, eliminado las repetidas si las hay. Después se tiene un debate con ellos sobre cuál de las soluciones dadas, puede resultar más eficaz o aportar algo nuevo.
A continuación expongo la que presento en mi libro citado, que realicé con un grupo de alumnos de Diversificación (cinco en total) en el Instituto San. Severiano de Cádiz, durante el curso 20001/02.
La hipótesis que se les planteó fue la siguiente:
“¿ Qué ocurriría si los terroristas destruyeran todos los pozos de petróleo que hay en el mundo?”
Y las contestaciones seleccionadas fueron éstas:
· Que habría una catástrofe.
· Que habría guerra entre todos los países.
· Que habría que buscar o inventar algo por el estilo.
· Nos quedaríamos sin electricidad.
· Al quedarnos sin electricidad no tendríamos agua potable.
· Viviríamos como en la Edad Media.
· Que la energía del mundo desaparecería y la vida volvería a la época antigua.
· Los coches serían inservibles ya que no tendrían combustible.
La hipótesis sobre la que habría que trabajar sería la de buscar o inventar algo que sustituya al petróleo, tal como la energía solar, la eólica, aprovechar la fuerza del mar para obtener energía, utilizar nuevamente el carbón, volver a la máquina de vapor o la energía nuclear. Esto dio pie a un intenso debate en el que los alumnos expusieron sus ideas, a la vez que se desarrolló la Creatividad. Pero no solamente se consigue esto último, sino que se trataron temas de Historia, de Ciencias Naturales e incluso de Matemáticas, y sobre todo se trabajó intensamente el Lenguaje.
Con esta hipótesis no se obtuvieron muchas posibles soluciones, al ser solamente cinco alumnos, pero en un aula normal se pueden obtener alrededor de cuarenta, como se puede comprobar en mi libro La Creatividad en la Educación Infantil, Primaria y Secundaria, de la Editorial EOS.


¡POBRES FUMADORES!



Vaya por delante que reconozco el perjuicio que el tabaco puede producir a la salud y que estoy de acuerdo con las campañas que, en su contra, hacen las autoridades, tanto políticas como sanitarias, pero de ahí a la persecución que la actual legislación hace, va mucha distancia. Aparte de que se ve una falta de coherencia y una gran hipocresía. Me explico.
Una falta de coherencia porque se persigue al fumador, pero se propicia directa o solapadamente en la juventud e incluso en niños en plena pubertad, el consumo de alcohol y otras sustancias peores aún que el tabaco.
Hipocresía porque se persigue al fumador adulto que es el que puede frecuentar bares, cafeterías y lugares de trabajo, que es donde se han endurecido las medidas contra el tabaco, no permitiendo fumar en ninguno de ellos, al menos eso es lo que he visto en la prensa.
Que el tabaco es malo, por supuesto, pero más lo es el alcohol, sobre todo en los niños y jóvenes que están en pleno desarrollo de su organismo. Y mucho más el hachís, la cocaína, esas pastillas de diseño tan frecuente en las reuniones de jóvenes y demás drogas que, inexplicablemente, sí está permitido su consumo en cualquier sitio. ¿No es esto incoherente?
Por otra parte, el tabaco puede dejarse, sin que la persona sufra ningún trauma ni tenga que someterse a ningún tratamiento, ni gastarse dinero para ello. Esto último lo puedo atestiguar por mí mismo. Hace casi treinta y dos años que, voluntariamente, dejé de fumar, y todo ello sin gastar nada de dinero ni en psicólogos, ni en farmacias, ni en chucherías ni en ningún sustitutivo para engañar el mono, que sí lo tenía, pero que con fuerza de voluntad y con la ayuda de Dios, logré vencer y, además, sin poner un gramo de peso. En su lugar bebía mucha agua y siempre que podía paseaba o hacía algún ejercicio físico, además, como refuerzo se me ocurrió guardar en un sobre el dinero que me costaban el paquete y medio de Winston que más o menos me fumaba al día. Cuando me di cuenta había en el sobre un dinerito curioso, con el que me permití algún que otro capricho
Para dejar el tabaco solamente se requiere una cosa, querer dejarlo y no volverse atrás en esa decisión. ¿Por qué las personas que lo intentan suelen engordar? Muy sencillo, la ansiedad que produce su falta, lo que coloquialmente se llama el mono, es una sensación parecida al hambre, por lo que la persona que está en proceso de dejarlo, recurre a la comida, a caramelos, a frutos secos, o a cualquier otra golosina. Esto se puede evitar con facilidad mediante un razonamiento sencillo: A esta hora yo nunca he comido; esto que tengo no es hambre, sino ganas de fumar y como no quiero hacerlo, ni como ni fumo. Alguien dirá, y con razón, que esto es muy fácil decirlo, pero no tan fácil hacerlo. Nadie ha dicho que sea fácil, pero el que suscribe lo hizo y si yo lo he hecho, otra persona cualquiera lo puede hacer. Ya dijo San Agustín que lo que hace un hombre, otro hombre cualquiera lo puede hacer (cf. Facilosofía 2008). Al decir hombre me refiero al ser humano en sus dos géneros.
Lo que pretendo contando esta experiencia personal, es que el tabaco, por supuesto, peligroso para la salud, se puede dejar con facilidad y un poco de fuerza de voluntad. No ocurre lo mismo con el resto de drogas que circulan entre los jóvenes y no tan jóvenes, y que sin embargo, está permitido su consumo. De estas, si se sale, es con mucho esfuerzo y mucho gasto económico, además de los disgustos y problemas familiares que ocasionan. Nadie ha robado ni matado por conseguir tabaco, ni se ha deshecho ninguna familia porque alguno de sus miembros fumen. Por eso esta campaña tan dura contra los fumadores me parece excesiva.
Vuelvo a reiterar que apruebo y apoyo las campañas que las autoridades hagan para que la gente deje de fumar, pero solamente a título informativo y dejando a la persona que decida libremente. Esa dureza que se traslade al resto de drogas citadas que tanto daño han hecho y hacen en nuestra sociedad.
Espero que estas reflexiones sirvan para que se realicen campañas más acordes con la realidad, y para que alguna persona fumadora, se anime a dejar el vicio.

martes, 4 de agosto de 2009

JUVENTUD CONFLICTIVA


El Profesor y colega José Antonio Marina, ha publicado un interesante artículo sobre la juventud actual, en la Tercera de ABC del pasado domingo dos de agosto, en el que invita a
“ una reflexión serena y prolongada. Y a la acción”, la cual me lleva a exponer algunas reflexiones sobre el tema.
En primer lugar quiero manifestar que estoy de acuerdo en su exposición, pero como solicita acción por parte de todos, me atrevo a exponer mi opinión sobre los problemas que plantea, para lo cual y, para mayor claridad, hago una acotación de los mismos, para después pasar a indicar las posibles soluciones que, de antemano, aclaro que son solamente personales y, por tanto, sujetas a la crítica de los lectores. Es decir, son solamente una aportación personal a esa reflexión y acción que el Profesor Marina reclama.
El primer problema que plantea es el del aumento de la delincuencia juvenil, unido a la conflictividad, la agresividad ante los padres y profesores; la falta de disciplina en las aulas, y las consecuencias que estas actitudes provocan con más frecuencia de la deseable. Se queja también de la poca memoria que la sociedad tiene cuando éstas ocurren. Y yo me pregunto, ¿por qué se manifiestan estas conductas en los jóvenes actuales? ¿Que hacer para evitarlas? Contestaré a ellas una vez acotados los problemas que señala.
Otro problema que afecta a nuestra juventud es que, según él, padece el síndrome de Peter Pan. Como los lectores no especialistas en el tema es posible que no hayan oído hablar de él, paso a aclararlo antes de continuar con la exposición de los problemas. En 1983, el Dr. En Psicología norteamericano Dan Kiley, publicó un libro titulado: “ El síndrome de Peter Pan, la persona que nunca crece”, en el que indica que existen personas que se caracterizan por una inmadurez en determinados aspectos psicológicos y sociales, acompañados de problemas sexuales. Se trata de personas que se resisten a crecer y, por lo tanto, a asumir las responsabilidades propias de un adulto. Quieren ser siempre hijos, resistiéndose a cumplir el papel de padres.
Recuerda, también, el Profesor Marina, lo que Javier Elzo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto y autor de varios libros sobre la juventud y la adolescencia, dice sobre los jóvenes actuales que, según él, rechazan los principios éticos, decidiéndose por un relativismo radical. Todo vale, con tal de que me lo pase bien. Nada tiene verdadera importancia; solamente la que cada uno quiera darle. También señala que tienen muy poca resistencia a la frustración, cayendo con facilidad en depresiones, violencia y hedonismo fácil y exento de esfuerzo.
Denuncia, además, Marina, los modelos que a través de la Televisión se les presentan a los jóvenes, modelos que no se atienen a la realidad, sino que pretenden inducir a la que los programas presentan. Y dice, con razón, que esos modelos no los han inventado los jóvenes, sino que somos los adultos los que se los presentamos ¿con qué intención?
Otro problema que señala es el de la poca implicación de la sociedad en la educación de los niños y jóvenes. La educación, no es solamente responsabilidad de los padres o de la escuela, sino de la tribu entera.
Por último señala que los niños y jóvenes desean tener un referente de autoridad (no autoritarismo, sino autoridad). Esto lo ha comprobado con sus alumnos y yo lo suscribo.
Hasta aquí los problemas, veamos ahora lo que humildemente propongo :
a) Porqué ese aumento de la delincuencia juvenil, falta de respeto a los padres, conflictividad en las aulas, etc.
Pienso que hay una usencia de normas claras y precisas. Hay mucha legislación al respecto; en los centros escolares se elaboran una multitud de documentos que pretenden el buen funcionamiento de los mismos, tales como Planes de Centro, Proyectos Curriculares, Reglamentos de Funcionamiento, etc, en los que se recogen multitud de normas que están muy bien en el papel, pero que en la práctica son imposibles de aplicar, entre otras cosas, porque son tantas que nadie las puede recordar. Si en lugar de eso se elaborasen pocas normas, pero claras como las del colegio afroamericano que en la etiqueta ACTUALIDAD COMENTADA con el título ¿FRACASO ESCOLAR O FRACASO DE LA ESCUELA? expuse, otro gallo cantaría.
Esas pocas normas serían de obligado cumplimento para todos, y lo mismo que en los centros se pueden establecer en la familia, y en todas las instituciones a las que acudan los niños y jóvenes y, por supuesto, en la localidad. Y aquí viene bien recordar la teoría de la Ventana Rota, de la que ya he hablado también, y que un alcalde de Nueva York la puso en práctica reduciéndose así la delincuencia en un setenta por ciento. Esta teoría consiste en corregir las faltas leves, para evitar que se cometan otras más graves. El establecimiento de normas, les enseña que no todo vale y puede evitar el relativismo que Javier Elzo denuncia.
También se debe tomar conciencia de los delitos, no solamente cuando se cometen y son noticia, sino siempre, para evitar que se vuelvan a cometer. ¿Quien se acuerda ya de Marta del Castillo, o de las niñas violadas por menores, una de ellas con deficiencia psíquica? Sus padres, familiares y pocos más. Estas cosas no se deberían olvidar hasta que queden resueltas.
b) Por otra parte, hay que ir dando responsabilidades a los niños, de acuerdo con su edad mental, para que se acostumbren a que las cosas no se obtienen de forma gratuita y sin esfuerzo, sin que aprendan a valorarlas y a apechar con las consecuencias de una acción incorrecta. Y no hablo de castigo, sino de corrección y de afrontar las consecuencias que acarrea la falta cometida. Los niños no se frustran tan fácilmente como mucha gente piensa, sino que de esta forma aprenden a superar obstáculos y se les prepara para afrontar los que en su vida adulta, con toda seguridad, se les van a presentar.
c) En cuanto a la Televisión, que no sé porqué la llaman la caja tonta, cuando tanta influencia tiene, los padres deben seleccionar los programas que a sus hijos les conviene ver, e incluso verlos con ellos para aclararles que lo que ven es ficción, no realidad y evitar que se formen una idea equivocada de la vida
d) Es importante también que la sociedad entera se implique en la educación de los menores. Quien tenga mi edad e incluso algunos años menos, recordará cómo cualquier persona mayor del pueblo nos corregía si de niños cometíamos algo que no era correcto. Se veía como cosa natural y se les respetaba. Sería una buena cosa recuperar esa implicación de todos.
e) Por último, decir que, como el profesor Marina, yo también he tenido la experiencia de que los niños quieren ver en sus profesores un referente de autoridad. Por no extenderme mucho voy a referir brevemente lo que me comentó un compañero del Instituto. Resulta que solían reclamarlo de la Delegación de Educación para encargarle trabajos de administración. Pues bien, un año a principios de curso me contó lo siguiente:
- Este año no se irá usted. (le preguntaron los alumnos)
- Pero bueno (contestó mi compañero): no soy yo el malo que os hace trabajar, que no os permite salir hasta que no toque la sirena, etc.
- Sí, pero con usted, se puede dar clase. Más claro, agua.
Lo mismo se puede decir en relación con los padres. Y es que a los hijos y alumnos no les gusta que sus padres o profesores sean sus amigos, sino lo que son de verdad: padres y profesores. Los amigos se los buscan ellos.
Espero haber aportado algo a lo que reclama el Profesor Marina.




miércoles, 29 de julio de 2009

LA FILOSOFÍA COMO AYUDA EN LA VIDA DIARIA



Quién no ha pasado por algún momento de tristeza ya sea por enfermedad, por problemas económicos o familiares o por otra causa cualquiera. Todos alguna vez en nuestra vida hemos pasado o pasaremos por estas situaciones que nos amargan la existencia. Pues bien la Filosofía también nos puede ser de utilidad para afrontar y superar estas situaciones problemáticas.
El primer filósofo que nos puede ayudar es Heráclito que nació en Éfeso en el siglo V a.de C y que formuló la teoría del todo fluye, todo pasa, Panta Rei decía él en su idioma. Según ella, nada es permanente, de tal manera que no podemos bañarnos dos veces en el mismo rio, porque las aguas están en continuo movimiento y cuando me meto en él por segunda vez, no lo hago en las aguas que había cuando lo hice la primera, porque ya están muchos metros o kilómetros más abajo camino del mar.
Esta teoría, pues, nos puede servir para considerar con calma las situaciones problemáticas que se nos presenten, porque lo que en un momento determinado nos está ocurriendo no va a ser permanente. Esto no nos debe llevar a caer en el pasotismo, sino a hacerle frente a las situación que sea sabiendo que de una manera o de otra se va a resolver. Quien haya leído la obra cumbre de Cervantes recordará lo que D. Quijote le dijo a Sancho a raíz de las calamidades que estaban pasando:
“... Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”.
Siempre que llueve escampa, lo cual no quiere decir que tiremos los paraguas, porque seguro que volverá a llover y los volveremos a necesitar.
Así pues este filósofo nos enseña a tomar con calma las situaciones adversas, pero poniendo los medios necesarios para superarlas y sin perder nunca la paciencia, ni desesperarnos, ni, mucho menos, deprimirnos.
Otro filósofo que nos puede ayudar en estas situaciones es Aristóteles y su teoría de la potencia y el acto. Todas las cosas son en potencia o en acto. Todos los problemas tienen solución, es cuestión de buscársela. Mientras no se llega a ella está en potencia, pero al resolverla se actualiza, es decir, se realiza. Pero es necesario querer resolver la situación problemática, no meter la cabeza en la arena como hace el avestruz, o hacer como que no está como hacen los niños pequeños cuando algo no les gusta . Hay un dicho popular que dice que hace más el que quiere que el que puede. Aristóteles con esta teoría nos ayuda a hacer real lo que puede serlo, aunque todavía no lo sea. Vemos, pues, nuevamente como la Filosofía nos puede echar una mano en nuestra vida de cada día.
En mi libro Facilosofía de Ediciones Absalon, podrá el lector encontrar más argumentos de éstos y de otros filósofos para buscar soluciones a las situaciones problemáticas que se nos vayan presentando.

martes, 21 de julio de 2009

LA LEY DEL MENOR



Siempre que se da algún caso de violación, secuestro o asesinato, o las tres cosas a la vez, cometido por menores, salta a los medios de comunicación la polémica Ley del Menor. También los partidos políticos hablan de reformar dicha ley en el sentido de rebajar la edad penal, como si con eso se solucionara el problema. El último caso ha sido el de la niña de 13 años con deficiencia psíquica que ha sido violada por varios menores en una localidad de la provincia de Huelva (por no citar el de Marta del Castillo que ya clama al cielo). La edad penal actual está en los catorce años y el PP, pide que se rebaje a los trece. ¿Pensarán estos señores que con eso desaparecerán los casos de violaciones o asesinatos a cargo de menores? Siguiendo por esa senda pronto llegaremos a poder meter en la cárcel a niños de ocho años. Y es que la solución no está en rebajar la edad penal, de acuerdo que ésta tiene que tener un límite, sino en poner los medios para que los menores no cometan actos delictivos. Estos últimos días he oído opiniones de altas personalidades del Estado, entre ellas la del Sr. Ministro de Educación, la del Defensor del Pueblo Andaluz y la del Defensor del Menor, y todas coinciden en lo esencial, es decir, que hay que fomentar en los jóvenes los valores del respeto, la convivencia, la solidaridad y todos los que se han ido perdiendo en estos últimos tiempos. Si se consiguiera inculcar en los niños y jóvenes estos valores, este problema del que estamos hablando se solucionaría en un altísimo porcentaje, por no decir en su totalidad, por dejar un margen para las excepciones que siempre las ha habido y siempre las habrá. Y esto que parece tan complicado es, sin embargo, muy fácil de conseguir: basta con devolver a los padres y profesores la autoridad que en los últimos tiempos se les ha escamoteado. Según las leyes actuales un padre que le dé un cachete a su hijo puede ser condenado por mal trato, como la madre de Jaén que lo fue hace unos meses. Una cosa es dar un cachete en un momento oportuno y otra muy distinta maltratar a un hijo. En el primer caso estamos ante un acto educativo; en el segundo ante un ejemplo de mal trato. Lo mismo puede decirse de los maestros y profesores. Hay una corriente muy extendida todavía, por desgracia, que dice que a los niños no hay que darles frustraciones porque pueden sufrir un trauma. Esto es totalmente falso y no porque yo lo diga, sino porque la historia de la humanidad lo demuestra. A los niños, como he dicho ya en otras ocasiones, lo que no hay que hacer es ponerles zancadillas, pero sí ponerlos ante pequeños obstáculos, acordes con su edad y capacidad, y ayudarles a vencerlos para que aprendan a superar los que en su vida de joven y adulto se van a encontrar con toda seguridad, más tarde o más temprano.
Porque ¿qué hará el niño al que sus padres lo hayan acostumbrado a darle todos los caprichos, cuando ya éstos no se los puedan dar? ¿o el que no haya sufrido ningún reproche por alguna falta cometida? El primero lo conseguirá como pueda, aunque para ello haya que matar o robar. El segundo hará lo que le apetezca, porque piensa que, como con sus padres, todo va a quedar impune. No nos extrañemos, pues, de casos como el que ha motivado este artículo.
Señores gobernantes y políticos, dejen la edad penal tal como está, pero devuelvan la autoridad a los padres y profesores, y no tengan miedo, que al padre o al profesor maltratador, siempre se les ha descubierto, pero den a los demás los recursos necesarios para que puedan educar a sus hijos y alumnos respectivamente.
Hace unos años leí un artículo de José Mª. Carrascal que él tituló La Ventana Rota y que yo adapté para mis alumnos. En síntesis se trata de corregir las pequeñas faltas, ya que si éstas pasan impunes, se motiva al sujeto a cometer faltas de más gravedad.