sábado, 10 de octubre de 2009

OBAMA PREMIO NOBEL DE LA PAZ




Vaya por delante que no está en mi ánimo dudar de las capacidades y los méritos del Sr. Obama. Todo lo contrario reconozco que deben ser muchos para que, con los prejuicios que hay en los Estados Unidos contra las personas de su raza, haya llegado a la Presidencia del Estado más poderoso del mundo actual. Pero de ahí a que a los diez meses de haber tomado posesión como Jefe del Estado, le haya sido concedido el preciado galardón hay un gran trecho que recorrer.
Que lo que acabo de decir no son apreciaciones gratuitas mías, lo demuestra el hecho de que ha sido el propio Obama el que ha reconocido que “ Honestamente, creo que no merezco el Nobel de la Paz”. Y el de que sus más cercanos colaboradores en la Casa Blanca pensaran cuando recibieron la llamada que se trataba de una broma de alguna emisora de radio o televisión, tal como ocurrió aquí en España cuando Evo Morales realizó su primera visita como Presidente de Bolivia, que unos humoristas imitando la Voz del Presidente Rodríguez Zapatero le hicieron creer que se trataba de él y Evo Morales se creyó a pie juntilla todo lo que le dijeron y prometieron. Es más, en una emisora escuché ayer como el corresponsal de la misma en los Estados Unidos informaba que el propio Presidente le preguntó al jefe de la C.I.A. si él tenía noticias de que su nombre hubiera sonado para el premio Nobel. Y es que el Sr. Obama hasta la fecha solamente ha hecho una declaración de buenas intenciones y manifestado una actitud quizás más positiva para alcanzar la paz en el mundo, pero de las cuales no se ha desprendido ninguna realidad concreta todavía. Las tropas internacionales continúan en Irak y en Afganistán; los palestinos y los judíos siguen a la greña; Irán y Corea continúan con su deseo de fabricar armamento nuclear; en África y en la India la gente se sigue muriendo de hambre. Es decir, que el panorama mundial sigue lo mismo que antes de llegar el Sr.Obama a la Casa Blanca. Por esta regla de tres de declaración de buenas intenciones, al Sr. Rodríguez Zapatero le tenían que conceder el premio Nobel de Economía.
Existen muchas personas en el mundo dignas de obtener el preciado galardón y siguen sin él. No voy a salir de España. A la muerte del general Franco, todos los partidos políticos sin excepción se pusieron de acuerdo para pasar de una dictadura a una monarquía parlamentaria, sin necesidad de ninguna ruptura y, lo que es más importante, sin derramarse una gota de sangre. Y todos hicieron dejación de muchas de sus aspiraciones. Los que procedían del régimen anterior, sacrificaron su situación y renunciaron a sus privilegios. Fue el mismo Ministro Secretario General del Movimiento el que capitaneó la desaparición de las Cortes Franquistas. En el lado de la oposición, entonces aún clandestina, lo que supone más mérito aún, también cedieron a muchas de sus aspiraciones. Ellos querían ruptura y no continuidad, pues bien, renunciaron a ella, así como a sus deseos de revancha, lógicos por otra parte si pensamos que estuvieron cuarenta años deseándola, en aras de la paz y de la convivencia de los españoles. Todo esto bajo la tutela y la dirección del Rey Juan Carlos I, de tal manera que la transición española se puso como modelo a imitar en todo el mundo. Pues bien, ni el rey, ni ninguno de aquellos políticos recibieron el premio Nobel de la Paz. Y pienso que, al día de hoy, tienen, todos, muchos más méritos que el Sr. Obama para recibirlo.
Y dicho esto, no sé si el citado premio es lo que dice ser o, por el contrario, un caramelo envenenado para el Presidente de los Estados Unidos, porque ¿cómo todo un Premio Nobel de la Paz va a mantener tropas en Irak y a animar a mantenerlas a sus socios de la ONU? Y ¿cómo todo un Premio Nobel de la Paz, va a aumentar y pedir a sus socios que lo hagan también sus contingentes en Afganistán? Y ¿cómo todo un Premio Nobel de la Paz, va a impedir que Irán y Corea tengan su propio armamento nuclear? Y ¿ cómo todo un Premio Nobel de la Paz va a consentir que se mueran de hambre millones de seres humanos? Y así se podrían seguir enumerando muchas situaciones con las que se tiene que encontrar el Sr. Obama y que el citado premio va a condicionar su toma de decisiones. Así que mi duda es si al Sr. Obama le han otorgado el premio para tenerlo contento o, por el contrario para ponerlo en aprietos y desprestigiarlo. En ambos casos con amigos como estos el Sr. Obama no necesita ya enemigos.
No obstante a todo lo anterior felicito al Sr. Obama de todo corazón, a la vez que le deseo mucha suerte, porque la va a necesitar y, al fin y al cabo, sus decisiones acertadas o erróneas de alguna manera nos afectarán también a nosotros.



5 comentarios:

  1. Lo cual condicionará la mayor parte de sus decisiones importantes.

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  2. creo que al sr Obama le han hecho un triste favor ¡¡¡¡veremos cuales son las intenciones¡¡¡¡¡Elvira

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  3. Gracias por el comentario Elvira: Yo pienso como tú, porque le va a resultar muy difícil tomar determinadas decisiones si quiere ser coherente con el Premio Nobel de la Paz.

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  4. Sinceramente, creo que el otorgarle tan distinguido galardón es una manera más de presionarle, tal y como has explicado de forma tan acertada. Desde mi punto de vista le hubiera honrado más no aceptar el premio y que otro de los candidatos hubiera tomado su lugar. Si hubiera hecho eso, se hubiera ganado aún más el cariño del mundo. Seguro. Javier Castro.

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  5. Y hubiera demostrado tener una gran categoría personal. Gracias por tu comentario.

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