Para que en este blog haya de todo un poco, iré publicando en él poemas que a lo largo del tiempo he ido escribiendo, aunque, por modestia, no publicados. Comienzo con el que me inspiró un hombre que cada noche dormía en un pequeño jardín que hay enfrente de mi casa y yo lo veía al abrir la ventana en verano cuando iba a acostarme.
A UN POBRE
Enfrente de la casa donde vivo,
hay un jardín pequeño y descuidado,
y cada noche solo y olvidado,
un hombre busca en él hogar y abrigo.
Cuando veo a este hombre hacer su lecho,
en ese suelo duro y empolvado,
no puedo olvidar que bajo buenos techos,
viven hoy muchos perros abrigados.
Y, una mezcla de tristeza, furia y rabia,
arranca de mi alma esta plegaria,
¡Haz Señor que los que decimos ser humanos
tratemos a los que sufren como hermanos!
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