Se ha vertido ya tanta tinta sobre la muerte de este niño, que no pensaba hablar sobre el tema, aunque fue lo primero que hice cuando escuché la noticia. Una viñeta de Montoro en la Razón de hoy 17 de julio, me ha hecho cambiar de opinión. La citada viñeta presenta a una señora con gafas que dice:
" Si, en lugar de haber muerto esta semana a causa de un dramático error, hubiese muerto hace un par de meses como consecuencia de un aborto, hoy nadie hablaría de esta pobre criatura".
Creo que desgraciadamente ésta es la triste realidad y, sin embargo este niño lo era ya, aunque un poco más pequeño, hace dos meses. Y en este caso el ejemplo lo dan, en primer lugar, la madre que estando enferma prefirió someterse a la operación con el fin de salvar a su hijo, aún sabiendo que posiblemente se disminuyeran sus defensas debido a la intervención quirúrgica y poniendo en peligro su salud, como así fue. En segundo lugar el padre que también expuso la vida de su esposa de la que estaba profundamente enamorado, para salvar la del niño. Pienso que deberíamos centrar nuestra atención en estos ejemplos, en lugar de intentar buscar culpables.
Desde luego que la muerte de Rayán ha sido debida a un error lamentable, pero todos los cometemos y hay que compadecer también a la joven enfermera que ha tenido que ser ingresada en un centro psiquiátrico. Es una rémora que la acompañará toda su vida.
Lo que hay que hacer es aprender de los errores y poner los medios para que estos no se vuelvan a repetir y dejar a la justicia que resuelva quien tiene o no culpabilidad en el caso y, sobre todo, recordar el ejemplo de estos padres antes de practicar un aborto.
Recomiendo el cuento que Javier Castro Miranda ha publicado en su blog: desdeelperiscopio.blogspot.com, sobre este desgarciado suceso.
viernes, 17 de julio de 2009
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Hace bien. Dejemos que la justicie actúe
ResponderEliminarMuchas fracias por el comentario.
ResponderEliminarHe visitado tu artículo en tercera opinión y estamos de acuerdo en que ha sido una fatalidad que una enfermera inexperta estuviera a cargo de este caso. Pero pienso que esto es algo muy serio que no se debe politizar. Yo no sé como está la sanidad pública en Madrid, porque no vivo allí. Sé como está en Cádiz y, desde luego aquí funciona bien. Eso no quiere decir que no se cometan errores, porque somos humanos, pero también esos errores, y quizás más graves, se cometen en la privada. Pienso que no es cuestión de pública o privada, sino de exigir responsabilidad a los profesionales y poner los medios necesariós para que estos fallos sean lo mínimos posibles, dentro de la precariedad de la naturaleza humana. Un cordial saludo.
ResponderEliminarP/D. He enviado mi e-mail para que me avises de tus artículos y te invito a visitar mi blog.
Estoy de acuerdo en lo que manifiesta, señor Casas. Ah, y gracias por recomendar mi escrito.
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