El visitante J.C., solicita que exponga las normas citadas en la entrada ¿Fracaso esolar o Fracaso de la escuela?, lo que hago con mucho gusto. Las expongo tal como yo las utilicé en el Centro en el que estaba destinado como Orientador cuando las conocí, y con las pequeñas adaptaciones que hice. Quiero aclarar que, aunque en la entrada citada hablase de siete normas para los alumnos, en realidad son diez. Siete son las orientaciones para el profesorado. Hacía tiempo que no las utilizaba y cambié el dato. Espero sean de utilidad, ya que pueden servir también para cualquier situación en la que haya que establecer normas, una familia, una empresa, etc. No con el mismo contenido, pero sí el mismo número.
NORMAS DE LA SCHOOL LEADERSHIP- ACADEMY DE NUEVA YORK. (Tomado de la revista Muy Interesante de julio de 2001, núm 242).
Con las que la directora Lorraine Monroe ha logrado que en un colegio desacreditado, situado en una de las zonas más pobres de Harlem, se impartan cuatro idiomas, que el 96% de los alumnos continuaran estudiando en las universidades y que el 4% restante lo hiciera en una especialidad en su país de origen (el colegio es afroamericano). El secreto es que simplemente los alumnos han de respetar escrupulosamente las siguientes normas:
1. El alumno ha de llegar todos los días con puntualidad.
2. Los abrigos se dejan en el guardarropa (se puede sustituir por las perchas).
3.El alumno irá inmediatamente a su clase, se sentará en silencio al llegar y se pondrá a trabajar.
4. Todos los días ha de llevar el material necesario para las clases.
5. Tiene que hacer en su casa las tareas que le manden, el día que no las haga se quedará una hora más en el centro. ( se puede sustituir por asistir alguna hora por la tarde)
6. El alumno solamente puede comer en la cafetería, chicles, dulces y demás chucherías están prohibidos.
7. No puede llevar al Centro radio, Walkman o juegos y deberá mantener su mesa limpia y ordenada.
8. Nunca ejercerá violencia física o verbal. Están prohibidos los golpes y peleas.
9. Debe respetar el centro, no destruir nada y no pintar en las paredes.
10. Debe enseñar su carnet de alumno a los adultos que se lo exijan e ir debidamente vestido (en el original dice uniforme).
CONSEJOS PARA EL PROFESORADO.
Paralelamente dio al profesorado estos consejos:
1. El profesor debe respetar al alumno.
2. El profesor debe estar cerca del alumno para ofrecerle ayuda permanente.
3. Cuando llega el momento de pasar a la universidad hay que ayudar al alumno a situarlo hacia el futuro ( orientación).
4. El profesor debe dar al alumno calor humano para que se sienta seguro.
5. Debe adoptar su método de trabajo para que cada alumno pueda seguirle.
6. No es posible ser buen docente si se está rodeado de gente que piensa que el trabajo educativo no sirve.
7. A los profesores deben gustarle los alumnos, de lo contrario que se busquen otro trabajo.
martes, 7 de julio de 2009
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Las reglas me parecen perfectas, y no difieren demasiado de las que se aplicaban en la antigua E.G.B. El problema que veo son "las medidas para aplicar esas normas" en las que el alumno, hoy día, hace lo que le da la gana sin que el profesor o el centro tenga herramientas reales y efectivas para que el alumno comience a respetar las normas. Por lo demás, estas sencillas normas estoy convencido de que funcionarían.
ResponderEliminarSería muy fácil cumplirlas, si se le devolviera al profesorado la autoridad. Observa que digo autoridad,no autoritarismo. El problema es que parece ser que la Administracción no quiere que haya calidad en los centros públicos, ni de educación ni de instrucción. Lo curioso es que la mayoría de los políticos llevan a sus hijos a los centros privados y concertados, en los que sí se cumplen las normas. ¿Porqué será?
ResponderEliminarseria maravilloso que todos los profesores fuesen como usted pero yo no tuve esa suerte. un saludo: miacosme@hotmail.es
ResponderEliminarHola miacosme@htomail.es: En el profesorado, como en todas las profesiones, los hay buenos y menos buenos, pero ahora lo que ocurre es que aunque un profesor sea bueno y quiera cumplir como su conciencia le dicta, en la mayoría de los casos no lo puede hacer, porque le han quitado toda la autoridad y se ven impotentes. Yo he visto salir llorando de la clase a profesoras porque no podían impartirla. Me estoy refiriendo a un centro público, en el que yo ejercía. En los centros privados sigue habiendo autoridad, algo mermada, pero la hay. Su caso es muy corriente, sobre todo desde la implantación del sistema educativo que tenemos. La Escuela Comprensiva hasta los dieciséis años es una barbaridad, que ya se había visto su fracaso en paises de nuestro entorno, cuando aquí se impuso. Me refiero no a la obligatoriedad, en la que sí estoy de acuerdo, sino a la igualdad forzosa que conduce al fracaso de todos.
ResponderEliminarYO ESTUVE EN ESAS ESCUELAS DE ACEHUCHE EN LOS AÑOS 60 Y LA VERDAD ES QUE NO TENGO MUY BUENOS RECUERDOS:¡¡ SE HACIAN BARBARIDADES¡¡ NI TANTO NI TAMPOCO:
ResponderEliminarHola Mercedes: En primer lugar quiero agradecer tu participación en este blog. Supongo que tu estancia en las escuelas de Acdehuche, por cierto mi pueblo natal, sería como alumna. Es cierto que en aquella época la escuela se regía por el lema " Magister dixit, discipulus credit", es decir que la autoridad del maestro era indiscutible, lo que desembocaba en Autoritarismo puro y duro. A partir de la Ley General de Educación de 1970, el péndulo se movió trasladándose al lado opuesto, apareciendo el maestro amigo y el tuteo entre docentes y alumnos y por ende la permisividad total.Como bien dices en tu comentario,ni lo uno ni lo otro. Y no tengo por menos que recurrir de nuevo al viejo Aristóteles y a su término medio. In medio virtus, es decir en el medio de dos vicios está la virtud. En el caso que nos ocupa, un vicio es el autoritarismo y el otro la permisividad. El justo medio es la Autoridad, así de simple. Los alumnos no quieren que sus profesores sean sus amigos, quieren que sean profesores. Los amigos se los buscan ellos. Otro tanto ocurre con respecto a los padres. Te recomiendo un precioso libro del profesor Savater titulado " El valor de educar" en el que, entre otras cosas, crítica esta moda del compañerismo entre profesores y alumnos y entre padres e hijos. En mi práctica profesional, he comprobado muchas veces esto. Te voy a contar el último ejemplo que me narró un compañero que se ha marchado hace unos meses de este planeta. A éste solía llamarlo la Delegación de Educación para realizar trabajos administrativos, por ello estaba en el centro solamente los primeros meses del curso. Pues bien me contó un día que en un curso de la E.S.O., una alumna le preguntó ¿este año no se irá usted? Él,asombrado le contestó: pero bueno ¿no soy yo el malo que no os deja salir antes de que toque la sirena; que os exige que hagáis todos los trabajos...? Sí, pero con usted, se puede dar clase, le contestó la alumna. Esto demuestra que los alumnos quieren tener en los profesores un referente de Autoridad, no un amiguete.Te podría contar muchos más ejemplos, pero no quiero cansarte Un cordial saludo
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