Para que un país exista verdadera democracia es necesaria la alternancia pacífica en el poder y para eso se necesitan, al menos, dos grandes partidos que aglutinen al ochenta por ciento de los votantes. Tradicionalmente los conocemos como izquierda y derecha. Vamos a respetar estos términos aunque estamos convencidos que pertenecen a épocas ya pasadas, ya que la llamada izquierda apareció mucho antes de que se fundaran los partidos comunista y socialista. Efectivamente las ideas de izquierda y derecha surgieron con la Revolución Francesa. Se cuenta que los diputados que defendían los derechos de la clase obrera se sentaban a la izquierda del hemiciclo en la Asamblea francesa y siempre llevaban alguna propuesta para defender a esta clase trabajadora de los abusos e injusticias que sufrían por parte de la clase privilegiada. Por esta razón, los diputados que defendían esta última, se preguntaban al comenzar cada sesión las ideas con las que vendrían los de la izquierda. Y ese parece ser el origen de estas denominaciones.
Hecho este paréntesis y centrándome en el núcleo principal de este artículo, vuelvo a insistir en la necesidad de una izquierda y una derecha que se alternen en el poder de manera natural. Es decir, que cuando uno de estos partidos pierda las elecciones, le entregue al otro el poder de forma civilizada y le ayude en los asuntos considerados de Estado, como son la unidad de la patria, la defensa de la misma ante posibles invasores, los acuerdos internacionales que favorezcan a la nación, la organización de la sanidad, educación y otros asuntos que repercutan de una u otra manera en el bienestar de los ciudadanos, aunque discrepen en las formas de gestionar la economía, o las relaciones internacionales. Estamos en vísperas de unas elecciones generales en las que los dos grandes partidos se disputan el Gobierno de la nación. Uno de ellos, la izquierda, lo tiene ahora y otro aspira a obtenerlo.
Pues bien en el caso de que el que aspira a él no lo obtenga, debe aceptar democráticamente los resultados y ayudar al otro en los asuntos de Estado que antes hemos citado y a la recíproca, si el que lo tiene lo pierde, también debe hacer lo mismo. Para eso se necesita una izquierda civilizada que vea dicha pérdida como algo natural y no una izquierda que no se resigne a ella y organice manifestaciones y alborotos en las calles sin venir a cuento y para no dejar gobernar al partido vencedor en las urnas.
“ Si queremos mantener el Estado de Bienestar tendremos que distinguir lo importante de lo que no lo es. Esto nos obliga a decir la verdad. A los ciudadanos les interesa que la distribución del agua o los transportes colectivos funcionen, no quien los gestione. Esto es un debate del pasado”
Son palabras de D. Nicolás Redondo Terreros, socialista desde su nacimiento ya que se puede decir que con el socialismo le salieron los dientes, al ser hijo del histórico dirigente de la UGT, del mismo nombre que sufrió persecución y cárcel en el régimen anterior. Declaraciones hechas hace unos días en Telemadrid, y que las he sacado de un artículo de Agustín de Grado publicado en la razón el 7 de los corrientes.
Esta izquierda es la que necesitamos los españoles para salir de la crisis económica y financiera que estamos padeciendo. Una izquierda que, en el caso de perder el poder, no se dedique a organizar algaradas callejeras ante las medidas de austeridad que el Gobierno que salga de las urnas necesariamente tendrá que tomar. Una izquierda que dialogue con la derecha si es ésta la ganadora o que la convoque para el diálogo si la triunfadora es ella. Si la izquierda y la derecha no colaboran, nunca saldremos de esta crisis, es más, la situación se deterioraría cada vez más y las consecuencias de este deterioro serían imprevisibles.
Las palabras del señor Redondo Terreros, son esperanzadoras, porque demuestran que en la izquierda hay personas sensatas que piensan con sentido de Estado y no solamente de partido y de poder. Y como el señor Redondo debe haber muchas personas en el partido socialista. Esperemos que, sea cual sea el resultado de las elecciones, tanto unos como otros piensen en España y en el bienestar de los españoles y no solamente en el de ellos y en el de sus respectivos partidos.
Interesante perpectiva del panorama politico actual, pero en mi humilde opinión, una visión muy partidista y nada objetiva. Se podria decir lo mismo de la derecha de este pais, le recuerdo, entre otros, el "respeto" que ha tenido el Sr. Pons al insultar a los votantes del Psoe, hace escasos dias. Sr. Casas, creo que ve "la paja en ojo ajeno". Saludos.
ResponderEliminarNo amigo Geny, si hablo de la izquierda solamente es porque el artículo me lo inspiró las palabras del Sr. Redondo Terreros. Pero es evidente que lo mismo pido al otro partido mayoritario. No sé loque ha dicho el Sr. Pons, pero si ha insultado a los votantes del PSOE, muy mal hecho. La democracia consiste en el respeto mutuo y eso es exigible a todos. Nadie está en posesión de la verdad, pues todos tenemos parte de ella. Por esa razón hay que escuchar a todos. No sé si conoce el ejemplo de la bola de cristal que flotaba en el espacio y que cito en la introducción de mi lbro Facilosofía. Pues a eso me atengo. Intenté contestar al comentario que puso en el Foro de Villafranca, pero no localicé mi artículo. Por eso me alegro haya hecho el comentario en mi blog. Yo no voto a partidos, sino a personas y le aseguro que no veo la paja en el ojo ajeno, critico lo que me parece mal, lo diga quien lo diga. Un cordial saludo y gracias por su comentario.
ResponderEliminarCuando leo este fragmento:
ResponderEliminarPara eso se necesita una izquierda civilizada que vea dicha pérdida como algo natural y no una izquierda que no se resigne a ella y organice manifestaciones y alborotos en las calles sin venir a cuento y para no dejar gobernar al partido vencedor en las urnas.
Es cuando pienso que su interpretación de la actuación de la izquierda es partidista, Vd. considera que estas acciones "no vienen a cuento" y otros pensamos que es porque reúne una gran cantidad de esos fragmentos de la bola de cristal que representa "la verdad".
Igualmente pienso que las personas son o no son civilizadas y no las tendencias politicas, tantos incívicos hay en la izquierda como en la derecha.
Por todo esto es por lo que le comento lo de "la paja en ojo ajeno"-
Me complace contar con Vd. en el foro, reciba un cordial saludo.
Bueno geny, en primer lugar lo que digo en el párrafo que señala, no es una acusación, sino un deseo. Y es deseo, porque el único partido que puede perder el poder en una elecciones es el que lo tiene que en la actualidad es el PSOE. El que no lo tiene no lo puede perder. Ya le expliqué porqué en el artículo me refería a la izquierda. Pero para que compruebe que no soy partidista le remito a mi blog, entrada del 23 de octubre de 2010, titulada Callar a tiempo y que está en la etiqueta Actualidad Comentada. A mi también me complace contar con usted en el foro y más en mi blog. Reciba un cordial saludo.
ResponderEliminarEstimado Sr. Casas.
ResponderEliminarLe he hecho caso y he leido su recomendación, pero debo decirle que lo que más me ha "sorprendido" ha sido su escrito titulado: "La oportunidad perdida" del 27 de Mayo del 2010.
Demuestras Vd. como se puede conseguir algo sin ganarlo, tan solo porque otros lo pierden, como una carrera puede ser ganada jugando a "caballo perdedor" y por ello mismo nunca llegaremos a la meta pues al "caballo ganador" los obtáculos lo anularon. No sé porqué me quedo con la impresión que a Vd. le gusta más otro "caballo" aunque de las misma cuadra que la del "caballo perdedor" o puede que sea "yegua"...jajajaja.
Reciba Vd. un afectuoso saludo.
Amigo Geny: Por supuesto que se puede conseguir el poder sin ganarlo, simplemente porque el otro lo pierde. No es la primera vez que esto ocurre en España, el ejemplo más reciente fue en 1982, cuando UCD se desplomó y, lógicamente la gente votó mayoritariamente al único partido que tenía la posibilidad de formar gobierno. Así fue en el 82, pero en el 96 Felipe González volvió a ganar y esta vez por sus propios méritos. En lo referente al caballo que me guste, ya le he dicho otras veces que más que a un partido yo le voto a una persona. Por ejemplo, si en las próximas elecciones el candidato del PSOE, fuera Redondo Terreros o Joaquín Leguina o Jorge Sevilla o Rosa Diez, tenga la seguridad que les votaría, pero no por el partido, sino porque estas personas me inspiran confianza. Yo no soy político, soy filósofo. Por eso voto a la persona que me merece confianza, milite donde milite. Gracias por visitar mi blog. Me sentiría honradísimo si se hiciera seguidor de él. Reciba un muy cordial saludo.
ResponderEliminar"Me sentiría honradísimo si se hiciera seguidor de él. Reciba un muy cordial saludo."
ResponderEliminarCreo que ya lo he hecho, salgo en mi imagen como "seguidor" y debajo 10 miembros...no sé si lo he hecho bien.
En esto de la informatica soy principiante y me cuesta, lo hice antes de proponermelo Vd. si me lo ha propuesto después es porque no lo habré hecho bien, lo siento; si es así digame como debo hacerlo. Saludos.
Le dejo este dilema:
"El cuestionamiento de una filosofía independiente se valora por lo común como un reproche de los científicos"
Amigo Geny: Gracias por la intención de hacerse seguidor de mi blog, pero algo ha fallado, porque no aparece. Antes aparecía la palabra SEGUIR en letras de colores, se pinchaba en ella y era fácil aparecer como seguidor, pero ahora dice participar en este sitio. Yo también soy neófito en la informática, pero he pinchado y sale un menú para acceder. Pero no le puedo decir más, porque no he seguido para no aparecer como seguidor mio dos veces, ya que al principio de tener el blog lo hice para probar y aparezco como seguidor de mi mismo. Inténtelo si puede de nuevo, pero de todas formas le reitero el agradecimiento.
ResponderEliminarEn cuanto al dilema que me plantea, la Filosofía no puede ser independiente. La ciencia sí, porque dos y dos siempre serán cuatro y un triángulo siempre es una figura de tres lados, con idependencia de la forma, el tamaño o el color con el que se represente. Lo mismo ocurre con las demás ciencias, experimentales o no. La Historia, por ejemplo, estudia los hechos ocurridos, tal como sucedieron. La literarura, describe un soneto con el número de versos y la rima que debe tener, que es distinta, por ejemplo que los de un madrigal. Y eso es igual para todos. Pero la Filosofía, es subjetiva y esa es, precisamente su grandeza. Esto se deduce de sus propias definiciones, pues la etimológica nos dice que es amor a la sabiduría y la clásica que es la ciencia que estudios todas las cosas en sus últimas causas y con la luz de la razón. Pero cada filósofo tiene una visión diferente de las cosas: el hombre, la naturaleza, el estado, el alma o Dios no lo ven de la misma forma. Esto no quiere decir que estén equivocados, sino que solamente tienen parte de razón, pero no toda. Volvemos al ejemplo de la bola que flotaba en el espacio. Usted y yo podemos tener distintas visiones de los objetos citados y los dos tener razón. Esa es, como he dicho, la grandeza de la Filosofía, que siempre está abierta a conocer la verdad, aunque sepa que nunca lo va a consegir.Un cordial saludo.
Bien...pues moriremos en el intento en los dos caso, el de conocer la verdad y conseguir hacerme seguidor de su blog, mientras tanto, un cordial saludo y en espera de su siguiente trabajo.
ResponderEliminarAmigo Geny: El primer intento ya está conseguido. Honradísimo de que sea seguidor de mi blog. Respesto al segundo, lo importante no es que se consiga o no,, sino que se busque. Si se asoma al blog, verá una nueva entrada, acorde con estos días. Esperaré su opinión antes de colgarlo en el Foro de Villafranca. Un cordial saludo.
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