Ante el panorama político actual,
y ante la posibilidad de que se cree un Frente Popular, he estado repasando la
historia del que se formó en el otoño de 1935. La situación política era
parecida a la de ahora. Un enfrentamiento entre los españoles que más que
adversarios políticos eran enemigos. En el otoño de 1935 empezó a funcionar y
el 15 de enero de 1936 firmaron su programa. Las dos españas se enfrentaban a
muerte sin tapujos. El líder de la derecha José Calvo Sotelo invocó al ejército
como columna vertebral de la Patria. Francisco Largo Caballero, invocó a la
guerra civil. José Antonio Primo de Rivera había declarado que el mejor destino
de las urnas era romperlas. España se cubrió de carteles amenazadores de una y
otra parte. El caos y los disturbios desembocaron el la guerra civil. En 1977,
los políticos españoles de uno y otro signo: Carrillo, Suárez, Felipe González,
Alfonso Guerra y todos decidieron olvidar las dos españas y mirar al futuro
unidos, apoyados y animados por el Rey Juan Carlos . España comenzó una etapa
democrática que se integró, primero en el Mercaco Común Europeo y luego en la
Unión Europea, al formarse esta. Todos éramos españoles y las distintas
ideologías no eran obstáculos para mirarnos como hermanos. Los políticos eran
adversarios no enemigos. Hasta que en 2004 llegó un presidente, que como diría
Cervantes, aunque por distinto motivo, de cuyo nombre no quiero acordarme y
resucitó de nuevo las dos españas. Los políticos de distinto signo pasaron a
ser enemigos y los españoles divididos de nuevo. Y en esas estamos. Volviendo a
1977, no todos pensaban igual: comunistas , socialistas, los del régimen de
Franco, evidentemente pensaban de distinta forma, pero comprendieron que la
verdad absoluta no la tiene nadie, sino que todos tienen una parte de ella y
decidieron pensar en lo que les unía y olvidar lo que les separaba, llegando a
un consenso que puso a España al nivel de las naciones grandes de Europa. Si
los políticos actuales, actuaran como aquellos, la situación actual no presentaría
ningún problema. Llegarían a un acuerdo por el bien de España. Pero, por lo
que se ve, una parte importante de ellos
no está por la labor y me temo lo peor. En Alemania o en Francia esto no sería
un problema y lo resolverían con una gran coalición, como ya han hecho otras
veces, y las naciones han salido a flote. Esperemos que impere el sentido común
y no perdamos lo que hemos conseguido en estos últimos cuarenta años. .
sábado, 9 de enero de 2016
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